Tiempo de explicar

El periodismo “no consiste en pisar las cucarachas, sino en prender la luz, para que la gente vea cómo las cucarachas corren a ocultarse”, escribió Ryszard Kapuściński, periodista y ensayista polaco nacido en Pinsk, hoy Bielorusia, en 1932. Y aunque para él los cínicos no pueden desempeñarse en este oficio, ahora hay muchos y muchas que en medios digitales replican ese adjetivo cada vez que defienden a quienes les dictan la información. Para Kapuściński los cínicos no pueden ser periodistas, pero en nuestra realidad sí pueden ser políticos, o por lo menos empleados de algunos de ellos. Solo así se entiende que en decenas de medios de comunicación que actualmente existen en la entidad, nadie dé cuenta de quienes son realmente quiénes integran el Congreso de Tlaxcala o cuando menos de quiénes son en verdad los que gobiernan en los municipios del Estado.

Ahora que se han publicado las denuncias de los afectados en su patrimonio por el diputado local de Morena, en el distrito diez, José María Méndez, sería muy interesante saber por qué muchos de los diputados locales guardan silencio ante los graves señalamientos de falsificación de documentos en contra del incipiente legislador, que por si fuera poco ha sido incluido en la comisión que revisará la racionalidad y austeridad del presupuesto público para el Estado de Tlaxcala.

En su oportunidad le pregunté al gobernador de Tlaxcala, Marco Mena cuál era su opinión sobre la inclusión de este personaje en la comisión especial que a propósito creó Morena en el Congreso, para que le supervise el presupuesto, y clásico en él y como era de esperarse se salió por la tangente y lo único que atinó a responder fue que, la austeridad va ganando terreno en muchos ámbitos y desde el año pasado su gobierno ha reducido muchos gastos, a excepción de los gastos en seguridad.

No cabe duda que tanto el diputado local por el distrito diez, como el gobernador, tienen mucho qué informar y aclarar. El primero porque hay graves señalamientos en su contra y el segundo porque, aun cuando este martes presente su segundo informe de gobierno, es necesario que informe a detalle cuáles han sido los logros de su mandato, porque a casi dos años de tomar el poder, en Tlaxcala siguen los hechos delictivos y con graves consecuencias sociales, como sucedió este fin de semana en el municipio de Hueyotlipan, donde un grupo de personas golpearon dando muerte a una persona señalada de intentar robar una camioneta.

 

 

Pero regresando al caso del diputado señalado como defraudador, es vergonzoso que el presidente de la citada comisión espacial, Ramiro Vivanco, no sepa o no quiera saber que uno de los integrantes de esta comisión es un pájaro de cuentas que enfrenta nada más ni nada menos que ocho demandas, entre ellas, algunas son por fraude y falsificación de documentos. Por lo que es una vergüenza para quienes integran la LXIII Legislatura que en su mayoría son de Morena, no pedir que se separe del cargo este sujeto, para que responda por sus actos.

Ya lo dijo el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador en su discurso pronunciado este sábado en el zócalo de la Ciudad de México, en el compromiso número 57 de los 100 que mencionó, “Estará prohibido y se convertirá en delito grave, sin derecho a fianza la corrupción, el robo de combustible, la portación ilegal de armas de fuego, la falsificación de facturas para la evasión fiscal, el fraude electoral, la compra de votos y el uso de presupuesto para favorecer a candidatos y partidos”.

Así que, si los diputados de la LXIII Legislatura son congruentes con quien les dio el cargo, o sea el pueblo, deben poner especial atención en las demandas de los ciudadanos, de lo contrario serán lo que históricamente han sido los legisladores locales: comparsas del poder ejecutivo o títeres de sus propios intereses.

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