Cambio de imagen

Le urge un cambio de imagen a la secretaria del ayuntamiento del pueblo mágico, mi comadre Tita, que ni porque le avisaron que iba a ser una de las oradoras en el evento de inauguración de una planta de cosméticos, al que acudiría el gobernador, ni por eso se dio una manita de gato, que más bien tenía que ser una mano de león, porque llegó en unas fachas.

Bien dice el refrán, que para serlo, primero hay que parecerlo, pues aunque medio leyó bien el papelito que le entregó el área de logística, el semblante de mi comadre dejó mucho que desear. Si usted la ve por ahí dando la vuelta en el parque Juárez, discúlpela, porque tal parece que no puede dejar el luto a un lado de una vez por todas.

Por eso se la voy a recomendar a mi compadrito Alfredito Palacios para que le dé algunos consejitos para mejorar su imagen, porque ya bastante tenemos con el pésimo talante del seriamente afligido. El que por cierto durante su pírrico mensaje antes del desfile para conmemorar el 5 de mayo, exhortó al personal del ayuntamiento a redoblar esfuerzos y seguir trabajando.

Según él esta es la forma de honrar a los héroes que defendieron México y derrotaron a los franceses en 1862. Pero así como se los dice en público, mejor debería ser coherente y decírselos en corto, principalmente a los policías municipales, que llegaron tarde el pasado viernes al asalto que sufrió una farmacia que se ubica en la calle Abasolo; que se lo diga al director de servicios públicos, pues a pesar de que hay quien sabe cuántos camiones para recolectar la basura, hay lugares del pueblo mágico que están hechos un asco.

 

 

Y que se lo diga a mi comadre la Síndica Municipal para que ya haga las paces con ella, ah y que se lo diga a su tesorero, del que cuentan pasaba siempre de panzazo en la universidad del padre “Benja”, y mire usted llegó a manejar las finanzas municipales. Bien decía mi comadre Elpidia, “que no te importe el saber, mientras suerte te dé Dios”.

Volviendo al tema de los policletos, mi comadre la sargento Penélope me contó el otro día que nos fuimos a tomar un café a la gloria, que algunos de sus compañeritos tienen en mente presentar una queja ante la Comisión de los Derechos Humanos de Tlaxcala, por el trato inhumano que les da el teniente coronel “Tilin”, y es que asegura que algunos de sus compañeritos han estado enfermitos y aun así han tenido que trabajar. No les han respetado incapacidades a los pobrecitos, y como ya se ha imaginará usted, pues ya se les metió la idea de que deben pelear por sus derechos. La verdad no le creo a mi comadre Penélope, porque me ha salido con cada cuento, que no vea usted en los líos que me ha metido, pero en esta ocasión me juró y perjuro que es verdad. El tiempo lo dirá.

Pero pasando a otros temas fíjese usted que con el final del mes de abril surgen por todos lados los políticos hipócritas, como la “amadititita”, que ya no saben cómo festejar a los infantes. Esmerándose en realizar eventos pagados con recursos públicos, pero lo peor de todo es que usa a las niñas y niños como objetos mediáticos para publicitar su imagen.

Tomándolos a los infantes como pretexto para lograr inclusión social. Nada más alejado de la realidad. Porque la inclusión social no se logra regalando pasteles ni juguetes de procedencia china, la inclusión social se logra mediante procesos que aseguren que aquellas personas que están en riesgo de pobreza y exclusión social, tengan las oportunidades y recursos necesarios para participar completamente en la vida económica, social y cultural disfrutando de un nivel de vida y bienestar que se considere normal en la sociedad en la que ellos viven. Pero dudo que la “amadititita” sepa algo de esto, si se ha dedicado a engañar a medio pueblo mágico.

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