Cap. Al-faro. CdMx. Plaza de toros México. Tercera y última novillada de la “Feria de Aniversario de la Monumental Plaza de Toros México”, en una tarde nublada y con algunas ráfagas de Ehecatl (Dios del Viento, entre las culturas Mesoamericanas), se lidiaron seis novillos de la ganadería de Villar del Águila, bien presentados, nobles y manejables, salvo el quinto de la tarde que siempre estuvo buscando los muslos del novillero yucateco Jusef Hernández para herirlo. Presidio el Festejo el ex matador de toros Gilberto Ruiz Torres, que estuvo por varios años vetado, por haberle negado apéndices al diestro hispano “El Juli”. El resultado del destejo, fue el siguiente:
Eduardo Neyra: con un terno en color negro y pasamanería blanca lidio a los astados llamados: “Ojo Alegre” de 450 kg y “Luna Negra” con 461 kg, en ambos astados mostro deseos de ser Matador de Toros, lucio con su torería capotera y muletera, tras dar muerte a su primer astado escucho una fuerte ovación, con su segundo derrocho voluntad, fallo con el acero, escuchando un aviso y se retiró en silencio a la barrera.
Jusef Hernández: el novillero yucateco con un terno en color guinda y pasamanería azabache, se enfrentó a sus novillos llamados: “Flamenco” de 449 kg y “Charlatán” de 458 kg, donde mostro una torería “tremendista”, que es del agrado en la península yucateca, pero en la capital de la torería será difícil que se mantenga por mucho tiempo, realizo suertes taurinas que se practicaban en el siglo antepasado como el “Tancredo” y el “salto de Garrocha”, fuera del aspecto circense su torería fue del agrado de los espectadores asistentes, en su primer novillo fallo con el acero, escuchó un aviso y al acertar con el acero dio la vuelta al ruedo, con el segundo astado interpreto su torería, y tras un espadazo fatal, que convenció a los visitantes de la plaza, que ingenuamente solicitaron un apéndice, que el Juez de Plaza asertivamente lo negó. Ese astado se lo brindo al entrenador futbolista Paco Palencia.
José Alberto Ortega: con un terno verde oliva y oro, le correspondieron los astados llamados: “Rumbero” de 459 kg y “Coquetón” con 456 kg, en el primer astado mostro una torería clásica, reposada, llena de sentimiento que levanto los ánimos de los asistentes, certero con el acero, el Juez de Plaza, tardo demasiado tiempo en concederla, con su segundo astado bordo interesante faena que le gano fuerte ovación. El primer novillo se lo brindo al ganadero de Rancho Seco, Sergio Hernández Weber y la faena de su segundo astado se la brindo al ganadero del Villar del Águila