COMENTARIOS SOBRE LA SUERTE “DON TANCREDO” Y “LA GARROCHA”

 

EL “TANCREDO” REALIZADO EN LA PLAZA DE TOROS DE MADRID Y EL “TANCREDO” DEL NOVILLERO JUSSEF

Cap. Al-faro. CdMx. Las suertes taurinas que ejecutó el novillero, yucateco Jussef, en la Monumental Plaza de toros México, se practicaron en alguno de los cosos taurinos que existieron en la capital del país durante el siglo XIX, su historia es la siguiente:

El “don Tancredo o la suerte de don Tancredo”, era un lance taurino que con cierta regularidad se practicaba en la primera mitad del siglo XX,

La ejecución consistía en que el individuo que hacía el “don Tancredo”, esperaba al toro a la salida de toriles, subido sobre un pedestal situado en mitad del ruedo. El ejecutante iba vestido con ropas generalmente de la época, cómicas o pintadas íntegramente de blanco.

El mérito consistía en quedarse quieto, ya que el saber de la tauromaquia afirma que al quedarse inmóvil, el toro no la embestía.

El origen de esta práctica es incierto, si bien hay varias fuentes que afirman que un torero español, natural de Valencia, de poca fortuna y nombre Tancredo López, comenzó ese espectáculo cómico o serio como un medio desesperado de ganar dinero en las postrimerías del siglo XIX (1800). El público acogió con entusiasmo la actuación, que poco a poco fue extendiéndose. Normalmente el Tancredo era interpretado por personas desesperadas a la búsqueda de ganar dinero fácil y con poco que perder, ya que eran numerosas las cornadas que se producían. Así las cosas, el Tancredo fue prohibiéndose por las autoridades y ya a mediados del siglo XX (1900) se realizaron las últimas representaciones.

La garrocha es una vara larga con una punta de acero llamada puya que usan los “picadores o garrocheros” para “detener y picar” a los toros. “La garrocha o salto a la garrocha” es también el nombre que recibe una suerte de torear a pie que consiste en saltar al toro ayudándose con una vara larga sin punta de acero.

La garrocha también se emplea en las faenas del campo por parte de los garrochistas, nombre que reciben los jinetes que hacen uso de esta vara para guiar las reses bravas. Otras funciones son la de acoso —término taurino para persecución— realizado en el campo abierto por una collera de garrochistas durante las tientas de reses bravos, y la de derribo o echada, cuya función es la de conocer la bravura y la embestida de la res. El acoso y derribo de reses también es un concurso hípico.

“LA GARROCHA”

“El salto de la garrocha” es una suerte del toreo prácticamente en desuso que consiste en saltar pasando sobre un toro con la ayuda del apoyo de una garrocha. “Paquiro” en su “Tauromaquia” (1836) explicaba: “que el diestro desde el medio del ruedo y en línea recta hacia el toro dando una carrerilla a fin de citarlo y adquirir él la velocidad necesaria, al producirse el encuentro entre ambos, el lidiador apoyándose en la garrocha, se eleva pasando por encima de la res, yendo a caer por detrás del toro. Si la garrocha tiene puya debe clavarse en el suelo para mayor seguridad y si no la tiene se procurará poner para abajo la parte más delgada. Esta suerte se realiza al inicio del tercio de banderillas o en el caso de los recortadores en cualquier momento. No debe realizarse con los toros faltos de facultades porque pueden detenerse y caer sobre el torero sobre el toro, ni con los revoltosos porque su celo por los objetos los hace acometer hacia los objetos fácilmente y podrían coger o derribar al torero”.

Se desconoce el origen exacto de la misma, hay antecedentes relacionados con el salto de la garrocha en la “Taurocatapsia Minoica”, actividad que consistía en realizar diferentes juegos como en “Saltar sobre toro”. En el siglo XVIII el torero Francisco Martínez, nacido en Sanlúcar de Barrameda, practicaba la suerte en varias corridas de toros en los San Fermínes de 1722 a 1731.Francisco de Goya en uno de los grabados más conocidos que realizó para la serie “La Tauromaquia” representó al torero “Juanito Apiñaniz” realizando el “salto con la vara”.

 

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