¿Y la austeridad?

Se rumora en los pasillos del Congreso del Estado que la austeridad que pregona la Cuarta Transformación simplemente no aplica en esta legislatura, puesto que en la propuesta a integrar el presupuesto 20120 habrá un “ligero” incremento del 5% con relación al año anterior.

Y como los números no mienten, cabe hacer una comparación de los dos últimos presupuestos ejercidos por el Congreso a cargo de la LXII y LXIII Legislatura, pues la primera tuvo la facultad de manejar el dinero hasta agosto de 2018, en este ejercicio fiscal el anteproyecto presentado por la anterior legislatura fue de 178 millones 740 mil pesos, mismo monto que fue autorizado por unanimidad por los diputados; al final el presupuesto ejercido fue de más de 234 millones de pesos, es decir, 55 millones de pesos más de lo establecido inicialmente.

En el ejercicio fiscal 2019, cuya aplicación le correspondió en su totalidad a la presente legislatura, el monto autorizado fue de 235 millones 144 mil pesos, la expectativa al cierre es de 283 millones 171 mil pesos; habiendo un excedente de más de 48 millones de pesos, sufra por demás alarmante. Habrá que analizar en qué se han aplicado esos excedentes.

Cabe mencionar que este presupuesto se utiliza para la operación interna del congreso, tales como papelería, nómina, viáticos, agua, café, pagos de comedor, a cuyo rubro se van más de dos millones de pesos, de acuerdo a fuentes internas de este poder constitucional; entre otros muchos gastos registrados, aunque a decir verdad es una cifra por demás alarmante que en nada promulga con la austeridad que se supone debería imperar en el Congreso del Estado.

Pero por si acaso existía la posibilidad de que este presupuesto pudiera disminuir en el 2020, pues resulta que no, sino todo lo contrario, el anteproyecto presentado se incrementó en un 5% con relación a 2019, toda vez que de ser autorizado, el Congreso del Estado podrá ejercer 249 millones 946 mil 985 pesos, cifra que sin duda será aplicada en algunas banalidades, caprichos y gustos de los diputados.

Aunque cabe aclarar que no todos los legisladores están a favor del incremento del presupuesto, pues se dice que algunos, muy poquitos por cierto, se han manifestado en contra de la propuesta presentada. Sin embargo, habrá que esperar el momento en que el presupuesto sea votado para ver si los 25 diputados al final se dejaron convencer por las bondades que da llegar a un puesto de esta representación, olvidando los principios que algunos de ellos utilizaron incluso como bandera durante sus respectivas campañas políticas.

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