Dr. Alfredo Pérez Paredes
Invertir tu dinero puede ser la mejor opción para mejorar tus finanzas, pues si bien ahorrar es una buena alternativa, el paso del tiempo encarece los productos, lo que se traduce en la pérdida de valor del dinero. El invertir nuestro dinero nos ayudará a combatir la inflación y además, obtener ingresos y rendimientos que nos ayudarán con nuestros gastos futuros. Sin embargo, ninguna inversión es totalmente segura, siempre van ligadas a un riesgo en mayor o menor proporción.
Para clasificar los niveles de riesgo se toma en cuenta la exposición a la que está sometido el activo. Los niveles de riesgo que existen son los siguientes:
- Riesgo bajo: Aquellas donde las probabilidades de pérdidas son mínimas. Hay que tener en cuenta que al ser menor el riesgo los rendimientos son, de igual manera, menores. Un ejemplo de inversiones de bajo riesgo son los Cetes.
- Riesgo medio: Dentro de este nivel el capital invertido es mayor pero los rendimientos también. Implica un mayor compromiso y cuidado debido a la cantidad de capital expuesta. Las bienes raíces entran en este nivel.
- Riesgo alto: La volatilidad es un factor fundamental de este nivel. Mayores rendimientos es igual a mayor volatilidad, lo que genera incertidumbre y pocas garantías de pago y riesgo de quiebra. Aquí se encuentran las acciones bursátiles o las divisas.
Dentro de los principales tipos de riesgo que se pueden presentar al momento de invertir nuestro dinero, se encuentran los siguientes:
- Riesgo sistémico: Aquí el mercado se ve afectado por factores externos a él como las crisis económicas, guerras o pandemias.
- Riesgo no sistémico: Afecta únicamente a la empresa de la que se trate en particular debido a factores internos.
- Riesgo de liquidez: La liquidez hace referencia a la facilidad con la que un activo puede convertirse en dinero, por la tanto, ocurre cuando no se puede hacer la compraventa de activos en el periodo establecido.
- Riesgo de crédito: Ocurre cuando la entidad en la que se invirtió no tiene la capacidad de devolverlo.
- Riesgo legislativo: Está ligado a los cambios y nuevas legislaciones que se den en el país donde se invierte.
- Riesgo de tipo de interés: Depende de los cambios y variaciones del tipo de interés, afecta sobre todo en las inversiones de renta fija.
- Riesgo de inflación: Sucede cuando la tasa de inflación crece afectando la rentabilidad de la inversión.
Si tomamos la decisión de invertir en cualquier activo, debemos analizar y asumir un nivel de riesgo adecuado a nuestros intereses y capacidades para mantener un equilibrio con las ganancias que se quieren percibir. Es recomendable contar con un plan de contención de pérdidas para mitigar las consecuencias que se puedan generar.
¿Y tú, qué tipo de riesgo estarías dispuesto a asumir en tus inversiones?