- Cap. Francisco Al-faro.
Puebla, Puebla.- Primera corrida de la Feria Guadalupana, donde actuaron el Rejoneador Pablo Hermosos de Mendoza, con dos astados de Montecristo y cuatro de Él Batan para Uriel Moreno “El Zapata” y Ernesto Javier “Calita”. En una noche fría se dio una corrida accidentada, empezó media hora más tarde y después de la muerte del primer astado invadieron el ruedo tres mujeres.
Pablo Hermoso de Mendoza, con su circo ya muy visto de sus caballos, con el que abrió plaza, clavo en destroza forma los rejones de castigo, que hicieron mucho daño al astado dejándolo inmóvil, con las banderillas largas y cortas expuso de más a sus caballos, el rejón de muerte lo dejo en pésima colocación trasero y contrario, que gracias a la labor de sus cuadrilla hicieron doblar al astado, se retiró a la tronera con leves palmas.
Con su segundo astado, lo toreo con la grupa de sus caballos provocando la emoción de los asistentes, en este astado mejoro levemente la colocación de los rejones de castigo, con las banderillas emociono gracias a la ejecución de sus caballos, el rejón de muerte por segunda ocasión pésimamente colocado trasero y contrario, gracias a la eficiencia de su cuadrilla, doblo el astado, se concede una oreja de estímulo, pero gracias a la insistencia de la cuadrilla se concede inmerecidamente la segunda. Deslucida salida en hombros.
Uriel Moreno “El Zapata” recibió a su primero, con lances de rodillas, emociono con las verónicas, cubrió el segundo tercio con brevedad, el astado con fuerza le repetía, trazo una faena para el tendido, siendo sus lances rápidos, ejecuta rodillazos, falla con el acero y escucha un aviso antes de que doblara el astado y se retira entre tibias palmas.
Con su segundo astado, lancea a pies juntos la verónica y remata con las chicuelinas, en el quite recrea las zapopinas, clava las banderillas con su acostumbrada facilidad, inicia su faena con cambiados por la espalda, los derechazos y naturales rápidos y sin temple, adornos y desplantes, para el tendido, deja una estocada desprendida y se le conceden dos orejas. Al toro se le premió con arrastre lento. Al final del festejo sale en hombros de los aficionados.
Ernesto Javier “Calita”, recibió con regulares lances con el capote al tercero de la noche, con la muleta empezó con largos ayudados, cuando parecía que iba a cuajar la faena al toro se le agotaron las fuerzas y se empezó a quedar a medio viaje buscando los muslos del torero, ante tal situación toreo por la cara, ejecuto con el acero una media tendida que hizo doblar astado, el puntillero falla y se levanta el astado, después de que suena el primer aviso, dobla en definitiva y se retira en silencio.
Con el cierra plaza lo lanceo con rapidez, en el tercio de la verdad solo realizo algunos naturales que fueron coreados, con la derecha paso inadvertido, ante un toro agotado, abrevio y dejo una estocada trasera y caída, mas sin embargo en noche de obsequios se le otorgo un apéndice.