- Cap.Al-Faro
Huamantla, Tlax.- Cuando el compositor mexicano Agustín Lara escribió, allá por el año de 1932: “…Granada, tierra soñada por mí…”, efectivamente sólo la soñaba, porque no la conocía físicamente.
Existe dos versiones, de cómo Lara, escribió el mítico pasodoble: “Granada” una que se inspiró en un libro de fotografías de la ciudad que tuvo en sus manos y otra que afirma que la inspiración surgió de las descripciones que le hacía un paciente granadino de su ciudad cuando ambos estuvieron hospitalizados en la ciudad de México.
La verdad de como surgió ese pasodoble se la llevo el músico poeta a la tumba, en “Granada”, creó un himno taurino que habla: de la raza gitana, ojos de mujer que heredaron la belleza de los ojos moros, corridas de toros, lindas mujeres y que cuando suena en una plaza de toros para homenajear al torero triunfador hace que la piel de los aficionados se enchine de emoción
El pasodoble compuesto originalmente para un tenor mexicano, se popularizo a tal grado que múltiples interpretes mexicanos la incluyeron en su reportorio, como: Alejandro Algara, Pedro Vargas, Javier Solís y tenores como: Paco de Lucía, Luciano Pavarotti, Placido Domingo, orquestas sinfónicas y hasta el mismo Ejército Rojo de Moscú la han interpretaron.
Bing Crosby la cantó por primera vez en inglés y le siguieron nada menos que Bily E. King y el mismísimo Frank Sinatra, la última en hacerlo, también en inglés fue Penélope Cruz, en la película: La reina de España.
Cuando Agustín Lara visitó España en 1954, lo recibió personalmente el Generalísimo Francisco Franco que en agradecimiento por todas las canciones que había dedicado a España incluyendo el famosos “Chotis de Madrid,” recibió todo tipo de homenajes, cuando por fin llego a la Ciudad de Granada, el Alcalde lo declaro hijo adoptivo de esa ciudad y le obsequio una casa.
Tras su muerte, su viuda legó los derechos de autor del pasodoble a la ciudad de Granada, en esa al final de la calle que lleva su nombre, en el barrio del Zaidín, existe un monumento en su honor.
