Chaparrenga

Dicen que un chivo pegó un reparo y en el aire se detuvo, hay chivos que tienen madre, pero el presidente de Yancuitlalpan ni eso tuvo, y esto porque su pequeñísimo cerebro, que no se compara ni con el de una mosca, no le alcanzó para organizar un evento importante para festejar el día de las madres. No es raro que de la ignorancia solo se pueda obtener más ignorancia, pues creer que las madres de familia solo piensan en divertirse observando shows con desnudistas, eso es tener el nivel más bajo, solo un chimpancé que no razona, aunque para mí gusto, hay muchos especímenes que harían mejor papel que este gaznápiro, aunque muchos piensen lo contrario. Con razón esta comunidad al igual que las demás del pueblo mágico, sigue sumida en el atraso, y no es raro con este tipo de pelafustanes que piensan que para divertirse es necesario organizar espectáculos de connotaciones sexuales. Lamentable.

Fíjese usted que me contó mi comadre Silvana sin lana, que en la administración municipal del pueblo mágico hay un servidor público, de reciente ingreso, que ahora se deshace en halagos para el señor de los cuatro millones de compromisos, siendo que antes le criticaba todas sus acciones. No le digo de quién se trata porque se vayan a pasar a molestar en la secretaría del ayuntamiento, pues la mandamás de esa oficina, protege a este nuevo empleado. El que por cierto va por su tercera administración municipal. Como no hay perfiles en el pueblo mágico, el seriamente comprometido tuvo que echar mano de lo que le recomendaron. Sólo que él ni se imagina tremendo alacrancito que se echó encima. Bueno eso asegura mi comadre, la que por cierto me platicó muy enojada que no le tocó ni calentador solar, ni tinaco, ni regalo del día de las madres, por lo que me pidió que escribiera, que a pesar de los eventos fuchis y los regalos furris, nadie va a apoyar para la próxima candidatura la jefa de jefas. Le piden que mejor recuerde como le fue a la anterior presidenta honorífica del dif, que fue candidata. Tal parece que no hay memoria, pues en aquella ocasión el señor de los panes le invirtió en grande a la campaña de su esposa y le fue mal. Así que le aconsejan que mejor lo consulte con la almohada.

 

 

 

A quien el otro día me encontré en el restaurante de la escondida, fue a mi comadre Alegunda, que estaba desayunando, y la verdad la voy a criticar, pues estaba compartiendo mesa con una tipa que me dio muy mala espina, pues fíjese usted que nada más me acerque a saludar a mi comadre, y luego luego se me activó el detector de “perris”, ya saben que a mí nunca me falla y resulta que se trataba de una fulana que está relacionada con la “amandititita”, por lo que de inmediato me retiré, no se me fueran a subir algunas pulgas, por aquello de que todo lo que toca este tipo de gente está podrido. Después de esto tuve que hablar con mi comadre Alegunda, para advertirle que cuando esté con ese tipo de amistades, que ni se le ocurra dirigirme la palabra, para evitar rumores de las comadres chismosas. Porque ya no se puede confiar en nadie y menos en esa gente que de la noche a la mañana se siente dueña de la vida social del pueblo mágico. Lo peor es que ya lo dicen las viejas escrituras, se verán cosas peores. Ya mejor ni hago corajes porque tengo evento el próximo fin, y no quiero que se me marque el entrecejo, porque tengo que estar radiante. Bueno aunque eso es casi todos los días.

Ya que hablamos de la “perris” de la “amandititita”, sabía usted que está desgraciada demandó a su mami, sólo por quedarse con una herencia que todavía no se reparte. Y es que esta condenada “chaparrenga”, no conforme con estafar a medio pueblo mágico, también se pasó a traer a sus papis. Lo bueno que todo lo que se hace en esta vida se paga, y se paga caro. Porque ya sabe usted que yo como digo una cosa digo otra, y esto se tenía que decir y se dijo.

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