- Sergio Espinoza
Con profundo dolor y reservándose el derecho actuar en consecuencia en contra de quienes o quienes resulten responsables, la mañana del domingo Horacio -N- dió a conocer que al momento de disponerse a cremar el cuerpo de su esposa que había fallecido por Covid-19, se percató que el cadáver que le fue entregado en el Hospital General del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales del los Trabajadores del Estado (ISSSTE) en Tlaxcala, no era el de su compañera de vida.
Aclarando que el error no fue en los datos del acta de defunción, ya que el documento recibido esta correcto y que cuando le fue anunciado el deceso de su ser querido comprobó si eran los restos mortales de su familiar. Sin embargo, el denunciante señalo que decidió despedirse de la que fue su esposa; cuando la mortaja iba a ser colocada en la carroza fúnebre para su traslado al crematorio, y en ese preciso momento notó que el cadáver no era el de la finada.
Al aclarar la situación e indicar que había un acuerdo previo con la funeraria de reconocimiento del cuerpo, que permitió establecer que el que recibían no era el correcto y que sin respuesta habían pedido hablar con la directora del citado hospital; el personal encargado, además de reconocer su yerro, ya estaba intentado localizar a los verdaderos familiares del cuerpo que les habían entregado de forma equivocada y no recibían respuesta.
Eso si, familiares del hoy ofendido reconocieron la labor de los médicos y enfermeras del multicitado nosocomio y más con la situación apremiante actual, en la que tienen que pasar más horas en su ardua labor de atender a los enfermos de coronavirus; empero sugieren que estas instituciones deben ser más cuidadosos y sensibles en sus procedimientos de tipo administrativo; ya que se trata de atención a personas y seres queridos, que sumado a que no existe una disculpa por lo ocurrido se reservan su derecho a actuar en consecuencia.
Finalmente, es de tener presente que hace poco más de una semana en el Hospital General de Zona (H.G.Z.) 1 “La Loma” del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que también atiende casos Covid-19, decretaron erróneamente la muerte de una mujer y motivaron familiares el realizar los trámites funerarios de manera apresurada cuando la paciente aún están con vida; la que horas más tarde falleció, obligando a los deudos a someterse a un innecesario doble proceso de angustia y dolor.
