EDITORIAL

  • Redacción

Inicia la recta final hacia la jornada electoral, estamos a escasos días de conocer a los próximos gobernantes, por lo cual se acrecienta la efervescencia electoral y la cuenta regresiva se puede observar en las actividades de los candidatos, quienes tratan de llegar al electorado a costa de lo que sea y el bombardeo de volantes, mensajes y videos a través de las redes sociales, así como el perifoneo por las calles es cada vez más abundante.

Comenzaron los cierres de campaña de los candidatos al gobierno del estado en bloque, estos últimos días serán decisivos para quienes a estas alturas se sabe encabezan las preferencias en todos los puestos de elección que se disputan.

Recordar que en esta elección en Tlaxcala se elige 1 gubernatura, 15 diputaciones de mayoría relativa, 10 diputaciones de representación proporcional, 60 presidencias municipales, 60 sindicaturas, 350 regidurías, 299 presidencias de comunidad y 3 diputaciones federales. Participan 15 partidos, 10 con registro nacional y 5 con reconocimiento local; habrá dos coaliciones y votarán cerca de un millón de ciudadanos.

En la elección que ha sido considera la más grande en la historia de Tlaxcala por el número de cargo que se eligen y por el número de ciudadanos que buscarán un puesto de elección popular, toda vez que en esta contienda electoral, un aproximado de 20 mil ciudadanos realizan campañas políticas para 798 cargos de elección que se disputan en esta elección.

Sin duda, durante los 60 días que los candidatos a diputados federales y al gobierno del estado tuvieron para buscar el voto popular, así como los menos de 30 días que los abanderados a las presidencias municipales y de comunidad se escucharon todo tipo de propuestas, aunque a decir verdad, la mayoría de los aspirantes versaron sus planteamientos en las mismas promesas de siempre.

En los pocos días que restan a esta contienda, sólo basta esperar que los candidatos hayan hecho un buen trabajo para que el electorado vote por ellos, pero el principal reto será lograr que los ciudadanos salgan a votar, ante el desencanto, desconfianza e incredulidad que demostraron durante la campaña.

Hay dos fuerzas que en estos días dejarán ver su poder de convocatoria a tope, mostrarán estrategia, músculo, arrastre y el resultado del trabajo realizado durante la campaña. Es posible a estas alturas los ciudadanos ya hayan decidido por quién votar, quizá en esta ocasión el voto sea diferenciado y ante la diversidad de puestos de elección, haya quien en algún caso elija por la persona, pero en otro por el partido con el cual se sienta más identificado o bien porque representa o le conviene por algún motivo.

Indudablemente la hora de la verdad está cada vez más cerca.

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