- Sergio Espinoza
La noche del miércoles en la antigua estación de trenes de San Lorenzo Soltepec en Tlaxco en Tlaxcala, elementos de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) dieron cumplimiento a la diligencia ministerial de levantamiento del cadáver de un hombre, que horas antes fue ubicado sin vida al interior de una góndola cargada con ácido tereftálico purificado; precursor de productos del poliéster PET, utilizado en la industria química para la elaboración de recubrimientos y botellas de plástico.
Información extraoficial dio a conocer que alrededor de las 20:00 horas el servicio de Emergencias 911 tuvo conocimiento de que personal de seguridad de la empresa FERROSUR al realizar trabajos de supervisión de sellos de los contenedores metálicos enganchados al tren 4538 con destino al Valle de México, ubicaron el cadáver de un hombre de complexión robusta, tez morena, cabello corto a rape y vestido con suéter oscuro, pantalón de mezclilla y zapatos tipo urbano; el que ‘por causa traumática’ en presencia de una mochila con líquido hemático en ojos, boca, nariz y otros fluidos, estaba inerte sobre el polvo blanquecino.
De manera inmediata, al punto geográfico colindante con el estado de Hidalgo se constituyeron elementos de la Guardia Nacional (GN) y de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y del Instituto Nacional de Migración (INM), así como policía de investigación quienes corroboraron la información y tras verificar que el cuerpo carecía de signos vitales solicitaron la presencia de la representación social, la que minutos después de las 9 de la noche, tomó conocimiento y pidió la intervención de Bomberos Tlaxcala.
Ya que al tratarse de un espacio cerrado y por la presencia del polvo químico cristalino que se sabe en altas concentraciones podría ser letal y en algunas condiciones hasta explosivo fue necesario equipo autónomo, cuerdas y una canastilla rígida para acceder al sitio por la escotilla superior que por su estrechez es de difícil acceso; por lo que tras colocarse en posición idónea los llamados “tragahumo” a pesar del frío de esa región del altiplano y la ausencia de luz, tuvieron que realizar al menos dos intentos.
Siendo la segunda maniobra efectiva y la que en presencia de personal de la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC) rindió frutos, ya que al filo de las 23:30 horas el cuerpo embalado del desconocido “asomó” por la compuerta y tras asegurarlo, fue bajado a rapel hasta piso firme, donde peritos de campo tras registró gráfico lo envolvieron en una bolsa plástica y colocaron en la unidad mortuoria para su traslado al anfiteatro en la Región Norte, donde mediante análisis y pruebas post mortem se defina las causas específicas del deceso, entre las que se encuentra la exposición directa al químico ya descrito y a descartar también la cuestión dolosa.