- Lic. Marco Antonio Díaz Díaz
Con el gusto de saludarlos estimados lectores, hoy hablaremos de un tema muy importante que circula en las redes sociales y en diversos medios de comunicación Nacional y del Estado, lo sucedido en el Municipio de Sanctórum en el Estado de Tlaxcala, el uso clandestino de pólvora que ocasiona otra tragedia que enluta a familias y que ya ha sucedido con anterioridad, hemos sido testigos de lo que ha pasado en diversos lugares del Estado y tal pareciera que la ciudadanía no entiende, no comprende, es necia, y no le importa la seguridad de las personas, es un tema muy delicado, ya que involucra a autoridades locales y federales, que deben verdaderamente investigar y dar con los responsables de esta tragedia.
Los ciudadanos son muy hábiles para adquirir sin el permiso y supervisión correspondiente pólvora, que utilizan para diversos eventos, juegos pirotécnicos en fiestas patronales y por lógica la manipulación de familias para amenizar festividades, lo que trae como consecuencia personas quemadas, que pierden la vida dado la gravedad de las lesiones, problemas graves de salud, ya que para su elaboración combinan metales para su fabricación y que al ser inhalados afectan en algunas personas las vías respiratorias, y el ruido que genera lesiones auditivas muy graves a las personas, alterando el sistema nervioso de las personas, pero también de las mascotas que tenemos en nuestro hogar, situación que no ha entendido la autoridad encargada supuestamente de otorgar los permisos correspondientes, ya que antes de entregar esos permisos debe saber si las personas que lo solicitan cuentan con la experiencia necesaria en el manejo de la pólvora, si donde se lleva dicho material, se cuenta con el lugar indicado que reúna todos los requerimientos que se necesitan para otorgar dicho permiso.
La pólvora como se ha comentado, no solo quema, intoxica también, ya que su fabricación se realiza con una sustancia llamada fósforo blanco, entre otras, que causa lesiones graves a nuestro organismo, por lo tanto su regulación corre a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional SEDENA, así lo señala claramente el artículo 37 de la Ley Federal de Armas de fuego y explosivos que dice lo siguiente: “Es facultad exclusiva del Presidente de la República autorizar el establecimiento de fábricas y comercios de armas. El control y vigilancia de las actividades y operaciones industriales y comerciales que se realicen con armas, municiones, explosivos, artificios y substancias químicas, será hecho por la Secretaría de la Defensa Nacional. Los permisos específicos que se requieran en estas actividades serán otorgados por la Secretaría de la Defensa Nacional con conocimiento de la Secretaría de Gobernación y sin perjuicio de las atribuciones que competan a otras autoridades. Las dependencias oficiales y los organismos públicos federales que realicen estas actividades, se sujetarán a las disposiciones legales que las regulen”.
El artículo 39 de la referida ley también señala lo siguiente: “En los casos a que se refieren los artículos 37 y 38 de esta Ley, se requerirá la conformidad de las autoridades locales y municipales del lugar respecto a la seguridad y ubicación de los establecimientos correspondientes”; como se puede observar se trata de un trámite que debe ser revisado y analizado por la Secretaría de la Defensa Nacional, y de las autoridades del Estado, luego entonces ¿Por qué en muchas ocasiones la autoridad desconoce el nombre de las personas que venden, manipulan, pólvora y los lugares de almacenamiento? Se tratará de un asunto de complicidad o corrupción, con consecuencias graves, como se ha comentado en este espacio, ya que debe tramitarse un permiso especial general para dedicarse a dicha actividad y su regulación, y no obstante a ello, ocurren estas tragedias que enlutan a familias ajenas a dicha actividad o familias dedicadas a ello, sin contar con los permisos correspondientes y capacitación adecuada sobre el manejo de la pólvora.
Usted, estimado lector, tiene la última palabra sobre el uso de la sustancia química aquí comentada, por ello, debemos una explicación e investigación de la autoridad en torno a este caso y los demás pendientes, y no sea objeto de mandarlo archivar como suele pasar, tiene que haber responsables, usted tiene la última palabra.
Nos leemos en la próxima.
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