- Redacción
Se dio la Corrida de la Mujer en este carnaval autlense, tercera función mayor del mismo, teniendo como triunfadora a la yucateca Lupita López al cortar la única oreja del festejo. Sus alternantes Mari Paz Vega, Karla de los Ángeles, Paola San Román y Rocío Morelli hicieron su máximo esfuerzo y la rejoneadora Karla Santoyo, igualmente.
Ante casi lleno en el coso Monumental “Alberto Balderas” en tarde agradable, se lidiaron toros de la ganadería de San Marcos, que se dejaron torear en términos generales, sobresaliendo el que sirvió para rejones y el segundo de la lidia a pie. Y una reserva de Montecristo, sustituto del lastimado cuarto, complicado.
Abrió plaza la rejoneadora Karla Santoyo con un buen toro, al que le colocó dos rejones de castigo. Derrochó más voluntad que precisión en banderillas. Pasó algunos apuros. Echó pie a tierra para cuajar una faena con gusto por ambos lados. No atinó al matar y fue aplaudida tras un aviso.
A pie, la malagueña Mari Paz Vega se enfrentó a un ejemplar manso y rajado. Se vio empeñosa con el capote y su faena de muleta tuvo oficio, esfuerzo y mérito. Mató bien y se le aplaudió la actitud.
Lupita López en su burel, llamado “Conquistador”, bravo y “picosito”, dio una larga cambiada de rodillas y de pie lanceó bien, con gusto y quitó mejor por caleserinas. Con la sarga cuajó un trasteo en el que dejó buenos pasajes, con entrega y disposición por ambos lados, sobre todo por el derecho. Manoletinas para cerrar. Mató de estocada efectiva para cortar una oreja.
A Karla de los Ángeles le correspondió un toro bravo y no fácil al que le dio algunas verónicas de buen trazo. Con la pañosa dejó muletazos de mucho mérito por los dos perfiles, destacando el derecho y aguantando. Mató de estocada que hizo tardar en doblar para ser ovacionada tras un aviso.
Paola San Román vio cómo regresaban a los corrales a su astado por haberse lastimado de los cuartos traseros. En su lugar salió un ejemplar de Montecristo, de mucho trapío, al que Paola lo bregó. Tras brindar su labor a los diestros, balear Antonio Ferrera y Leo Valadez, no tuvo ideas claras por la exigencia y el peligro del
toro. Lo intentó, pero simplemente no pudo por carecer de recursos y valor. No pudo matar y se retiró de la plaza dejando pasar el tiempo hasta que sonaron los tres avisos y regresar el astado a los corrales. Aun así, la gente la apoyó en todo momento.
La sudamericana Rocío Morelli en su toro, que tuvo bravura y exigencia, capoteó con empeño y su labor muleteril fue a base de muchas ganas y disposición, dejando algunos muletazos meritorios. Se pasó de faena en su afán por agradar, pero luego ya le costó trabajo matar al astado, siendo ovacionada en reconocimiento a su esfuerzo tras dos avisos.
Al final, actuó un grupo de valientes Recortadores Españoles que realizaron sus saltos, quiebros y cambios de manera espectacular para ser ovacionados.