Por Pueblerina Mágica
De verdad que están bien mensos quienes creen y afirman que estar a la vanguardia en el mejoramiento de la vida de quienes viven en el pueblo mágico, es que un infiel les entregue calentadores solares y fertilizante, acompañado de su mustia esposa. Si eso es estar a la vanguardia estamos torcidos. Así que alguien se lo haga saber a quienes militan en el partido tricolor, que por todo lo que hemos visto y sabido en las últimas fechas se trata de una cueva de ladrones. Pues quienes han estado y siguen estando en ese disque partido, que más que eso es la peor banda de ladrones que haya existido, sòlo se han enriquecido durante décadas, y la prueba es que hasta en el pueblo mágico hay ejemplos, que dese luego no voy a mencionar, pero que usted recuerda perfectamente, porque solo hay que voltear un poco a tiempos pasados durante los cuales algunos ilustres ciudadanos se volvieron empresarios, dueños de casas de materiales, hoteles, restaurantes, tiendas, ranchos, hospitales, plazas comerciales, haciendas y hasta de casas en Europa. Y qué casualidad que todos han salido del Partido Revolucionario Institucional.
Fíjese usted que hace unos días se inauguró un centro de entretenimiento, al que en mala hora sus propietarios bautizaron con el mismo nombre de quien, según me dice mi comadre Agata, ha sido uno de los causantes de la inseguridad en este pueblo mágico gracias a que desde hace varios años ocupa un puesto importante en la policía municipal cómo disque coordinador, claro qué hay un director de seguridad pública, el cual cuentan ha subido como 20 kilos de peso desde que lo nombraron director, y todo porque aseguran se la pasa todos los días revisando en su computadora la estrategia de seguridad que para nada ha servido en el pueblo mágico. Porque en casi todos los asaltos que han ocurrido a tiendas de conveniencia coincidentemente nunca hay detenidos o asegurados como le dicen ahora, por lo que los delincuentes en cuestión siempre se salen con la suya llevándose un buen botín. Ah pero no fuera alguien que se roba una lata de atún o de alguna conserva, porque se despliega un gran operativo y hasta se anuncia en todos los medios su detención.
Recuerda usted el robo a la tienda Aurrerá que ocurrió hace unas semanas. Fue un miércoles y fueron dos ladrones que iban a bordo de una motocicleta, que muy temprano llegaron amagaron a las cajeras y se llevaron una buena cantidad de dinero, hay quien dice que más de cien mil pesos. El caso es que la policía llegó como siempre tarde, mientras los delincuentes se fueron con toda la tranquilidad del mundo, sin que ninguna pinchurrienta cámara de videovigilancia pudiera detectar quienes fueron los ladrones, y eso que el seriamente arrepentido asegura que invirtió millones de pesos para esos mugrosos aparatos que para nada han servido. Así que no todo lo malo que sucede en este pueblo mágico es obra de la casualidad.