Sastrería Política

  • Por Fernando Diaz

Vaya encrucijada la de Xicohtzinco, el pueblo bueno contra el mismo pueblo bueno. Lo anterior pareciera difícil de creer, pero no, a más de un mes de estallido social en esa demarcación, todo parece indicar que la ingobernabilidad que ahí se vive, seguirá estando presente al amparo y capricho del presidente municipal y su poco interés por resolver los problemas de su municipio.

Uno pensaría que esta situación se terminaría una vez el poco hábil y nada inteligente Luis Ángel Barroso tomara protesta, pero no, tuvo que tomar protesta a escondidas por miedo a las manifestaciones de vecinos en su contra.

Ciertamente cuando se es gobierno, no se tiene a todos los grupos políticos del mismo lado, eso es normal y sano para la vida pública. Lo que se espera de cualquier presidente es que tenga la capacidad de sentarse y acordar con todos los grupos que, lo más importante es el crecimiento y el desarrollo del municipio.

Tan es así, que muchos alcaldes acostumbran integrar dentro de sus colaboradores a quienes en el proceso electoral fueron contrincantes, porque además el que gana la elección no puede tener la razón, y su punto de vista puede estar fuera de foco. Lo anterior ha ocasionado que muchos dejen de creer en la política, porque como coloquialmente se dice “nomás se reparten el pastel entre ellos”.

Esa repartición del pastel, ha sido factor fundamental para el buen desempeño de los gobiernos, vaya, no únicamente se hace en México, sino en todo el mundo. Es una práctica quizá no bien vista pero funcional, garantizando la gobernabilidad y resultados por parte del gobierno.

Uno no esperaría que Luis Ángel Barroso se convirtiera en un estadista, porque muy seguramente ni siquiera sabe qué es eso; pero sí se espera que pueda entender que un mejor Xicohtzinco es más importante que sus intereses personales. Porque por eso quiso ser representante popular, para poder hacer de su municipio un lugar mejor para sus habitantes.

A poco más de un mes lleva un récord difícil de superar, y hablamos desde el cierre de carreteras, el incendio de automóviles, y baleados a plena luz del día, todo lo anterior causado porque quiere ser el nuevo Varguitas como en la Ley de Herodes, porque Xicohtzinco se parece cada día más a San Pedro de los Saguaros.

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