La imprudencia y el descaro del exdirector de Obras Públicas de la pasada administración en Hueyotlipan, José Roberto N., han derivado en un hecho trágico que ha enlutado al municipio. Este viernes por la mañana, un trabajador de la construcción perdió la vida de manera espantosa al caer desde un segundo piso en una obra que NO CONTABA CON PERMISOS LEGALES PARA OPERAR.
¡UNA MUERTE QUE SE PUDO EVITAR!
A pesar de haber ocupado un cargo público en el pasado y conocer perfectamente los requisitos legales para llevar a cabo construcciones seguras y reguladas, Roberto N. hizo caso omiso a las normativas y en ningún momento se acerco a notificar el inició de su obra al Ayuntamiento de Hueyotlipan, permitiendo que se realizara una obra bajo condiciones irregulares y peligrosas, poniendo en riesgo la vida de los trabajadores. Hoy, esa negligencia ha tenido consecuencias fatales.
Resulta indignante que un “profesionista” con trayectoria, que ha ocupado cargos públicos y que conoce de primera mano las normas y reglamentos de construcción, haya actuado con tal nivel de irresponsabilidad y desprecio por la vida humana. ¿Cómo es posible que alguien con su experiencia ignore deliberadamente la ley y exponga a trabajadores inocentes a condiciones mortales?
Pero lo más alarmante es que José Roberto N. no solo dejó su huella de negligencia en Hueyotlipan, sino que actualmente ocupa un cargo público en otra administración, lo que plantea una pregunta aún más grave: ¿Cuántas vidas más estarán en riesgo bajo su gestión? Este caso demuestra hasta dónde puede llegar la mediocridad e ineptitud de ciertos personajes que, en lugar de velar por la seguridad y el bienestar de la gente, prefieren hacer las cosas a su conveniencia, sin importarles las consecuencias.
¿Hasta cuándo seguiremos permitiendo que este tipo de “profesionistas” sigan jugando con la vida de los demás?