La Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer fue emitida por la Asamblea General de la ONU en 1993, entonces fue definida la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.”
Aunque fue hasta 1999 cuando la ONU declaró cada 25 de noviembre Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en honor a las hermanas Mirabal.
En América Latina desde 1981 cada 25 de noviembre se conmemora el día contra la violencia de género, después fue nombrado como el “Día naranja” y ahora este día es un buen argumento para discursos políticos o para protestas de grupos feministas. Sin embargo, también es un excelente momento para reflexionar sobre los resultados obtenidos para realmente erradicar la violencia de género.
Aunque para ser objetivos, pocos o nulos han sido los avances, toda vez que a casi 40 años, se siguen registrando hechos violentos en contra de este sector, incluso tal parece que las agresiones cada vez son con más saña y regularmente han terminado en la muerte de la mujer. Así que falta mucho por hacer para erradicar este mal que tristemente se agrava y crece.
Cabe recordar que los movimientos feministas acuñaron esa fecha en honor a las dominicanas Minerva, Patria y María Teresa Mirabal, tres hermanas asesinadas el 25 de noviembre de 1960 por orden del dictador Rafael Leónidas Trujillo, del que eran opositoras.
El 25 de noviembre de 1960, los cuerpos de las hermanas Mirabal eran hallados, destrozados, en el interior de un jeep hundido en un barranco, en Salcedo, al noreste de República Dominicana. Horas antes, las tres mujeres, activas militantes contra el régimen de Trujillo, habían sido asesinadas por un escuadrón enviado por el dictador. Los hombres del autócrata las mataron a golpes y las metieron dentro del vehículo para simular un accidente. Pero nunca hubo duda de que se trataba de un crimen. Y el asesinato de las hermanas Mirabal, conocidas como “las mariposas”, fue uno de los detonantes de la caída de Trujillo.
La trata, la violencia sexual, económica, psicológica, el acoso, la mutilación genital… son graves violaciones de los derechos humanos que afectan al 70% de las mujeres de todo el mundo.
Sin lugar a dudas este porcentaje es un dato duro que debe revertirse, ojalá quienes tienen la facultad para llevar a cabo acciones que penalicen y castiguen a los agresores, lo hagan sin miramientos y sin que la justicia tenga un precio o vaya en contra de los sectores vulnerables, como parece ha sido con las mujeres.