EDITORIAL

Huamantla, con una población total de más de 90 mil personas, sin duda tierra noble y de gente trabajadora, cuna de grandes artistas, toreros, escritores, artesanos, pintores y muchos prodigios más; cuyas bondades fueron reconocidas y debido a su riqueza histórica recibió el nombramiento de pueblo mágico, conocida en todo el país y muchas partes del mundo por su feria y tradiciones.

En fin, tardaríamos muchas líneas en poder describir lo que Huamantla es con lujo de detalles, pero para fines de este espacio, se resumirá solo en cinco palabras, “Huamantla es una gran Ciudad”.

Pero aún y con todo eso, este hermoso municipio, ha sido asediado por décadas por gobernantes sin escrúpulos, cuyo único beneficio que han buscado es el propio, en una carrera frenética por amasar el poder, gobiernos van y vienen y se han caracterizado en su mayoría por saquear impunemente las arcas de la ciudad, enriqueciendo sus bolsillos y las de su familiares y amigos cercanos, con un nulo interés por el progreso de la ciudad, aun y cuando en sus campañas fraudulentas han prometido una y otra vez el progreso de la ciudad.

Sin embargo la realidad hoy es otra, porque pese a que Huamantla es un derroche de bondades y buenos calificativos, no es posible que no tenga las autoridades que se merece, cada vez la ciudadanía puede comprobar que es utilizada para los fines de unos cuantos. Mientras se necesita un voto, existe toda la disposición, la amabilidad emana por los poros y el tiempo es basto para atender al más humilde de los ciudadanos. Todo cambia cuando llegan al poder, se vuelven soberbios, inalcanzables, prepotentes, autoritarios, desconocen a los votantes porque ya no les sirven a sus intereses y se convierten en simples ciudadanos.

 

 

Por supuesto, esta situación se puede observar en la administración actual, empero es bicéfala, ya que existen dos líderes distanciados y en desacuerdo a quienes se les debe rendir por un trabajo y por supuesto ello conlleva a la fractura y buen desarrollo de cualquier organización ya sea pública o privada. Es muy lamentable lo que observamos en el ayuntamiento, es una pena que en Huamantla las cosas vayan de mal en peor. Se observa a un alcalde sin carácter, sin presencia física, sin autoridad, ya que cuando de decisiones importantes se trata, se turnan los casos con la esposa. Por supuesto, una situación inusual y que no debería suceder, pero al parecer esto seguirá hasta que concluya la administración, lo malo de esto es que faltan dos años y seis meses para que se acabe.

Basta con recorrer las calles, la mala calidad de los servicios, la inseguridad que va en incremento, sin una afluencia de turísticas propia de un pueblo mágico, para darnos cuenta que las cosas están muy mal en Huamantla, que triste decirlo, pero se ha convertido en una tierra de enanos, y es gracias a gobernantes con visión corta, quienes han hecho creer a la gente que han generado economía y progreso de la ciudad con la instalación de empresas en el municipio, como es el caso del anuncio hecho hace unos días sobre la apertura de cines en la ciudad, que de inicio el lugar ha sido mal elegido ya que ni siquiera habrá un estacionamiento para los automóviles y por ser parte del centro histórico, congestionará aún más la afluencia vehicular.

Por otra parte, la empresa es Cinetix, que aunque con un reconocimiento decoroso, Huamantla no deja de ser visto como un pueblote que no aspira a cosas mayores, como la instalación de una plaza comercial con buenas instalaciones que incluya un cinepolis o cinemex, toda vez que desde que llegó el primer supermercado, Súper Che, se minimizó el potencial del municipio, ya que la ciudad no cubrió los requerimientos de la empresa para ser un verdadero Chedraui; con la misma perspectiva años después llegó Mercadito soriana, para después instalarse la bodeguita de Aurrera.

Quizá esto es resultado de que nuestras autoridades no tengan esa capacidad de gestión para proyectos mayores. Todo en chiquito, todo en pequeño y todo mal hecho, que hacen ver a Huamantla como una tierra de enanos, donde no existe la capacidad de poder tener empresas de gran nivel, la mediocridad de las autoridades es la que representa a los huamantlecos lo cual no es justo, ojalá y esto pueda cambiar pronto, porque huamantla no es un pueblito, es una gran nación y merece lo mejor, porque la realidad es que somos una tierra de gigantes.

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