- Redacción
Hace aproximadamente seis años, entre estambres, ganchos y agujas se fue tejiendo un mismo camino que unió a cinco chicas con muchas ganas de compartir su pasión por el tejido.
Imagina que en tu recorrido hacia la escuela o a la chamba te encuentras con paredes, escaleras, árboles, esculturas, postes o inmobiliario cubierto por estambre. Con esa idea surgió Lana desastre, un colectivo que con mantas llenas de formas y colores confluye con la sociedad para vestir la cotidianidad del país.
Lo que empezó como un proyecto de difusión del tejido logró convertirse en “craftivismo”, es decir la fusión de algo hecho a mano o artesanal con acciones artísticas que contribuyen a una causa político-social.
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la mujer, Lana desastre convocó a tejedoras al proyecto “Manta por la sororidad”. Consiste en la unión de cuadros tejidos en color morado de 20×20 cm para crear una manta que será su estandarte en la marcha de este 8 de marzo en la CDMX y que celebra a todas las mujeres. La cita es a las 11 h. en el Centro Cultural Digital.
Miriam Mabel, Azalia Zalazar, Cuca Castro, Claudia Diaz y Annuska Angulo, son las mujeres que encabezan el colectivo precursor en el país del yarn bombing o graffiti tejido.
Su objetivo es dar a conocer cualquier inconformidad social, expandir el arte de tejer o adueñarse de un cachito del mundo para una buena causa.
Las chicas hacen intervenciones urbanas, ofrecen talleres, exposiciones y dan charlas sobre este oficio para reconectar a la banda con esta tradición sumamente representativa de México.
En entrevista con Miriam Mabel, nos comenta que es importante dejar de creer que tejer es una actividad femenina del hogar que solo incumbe a abuelitas o mujeres.
“No es malo hacer estas tareas a las que llamamos domésticas, no son solo nuestras. El tejido es algo compartido que tenemos que hacer todos los seres humanos. No veo que sea algo que tenga que ver con un género y si así lo fuera, no es algo con lo que me tendría que sentir mal”.
La también periodista y escritora indicó que sus reuniones pueden servir como un foro para hablar de la violencia, los miedos, los retos y la importancia de la solidaridad entre mujeres en el contexto patriarcal.
“Nos gustaría que este ejercicio ayudará a mujeres víctimas de violencia. Que en distintos foros y lugares se tejieran las propias mantas, como ecos, los cuales pueden ser colocados en espacios públicos y crecer por la colaboración de la comunidad”.
Una de las primeras intervenciones del colectivo fue en la línea rosa del metro de la CDMX. Participaron en la edición 45 del Festival Internacional Cervantino y en el primer Festival de las Plantas y las Flores de Chapultepec.
Por el festejo del 35 aniversario de la Central de Abasto, realizaron un mural colaborativo con vecinos. En su más reciente osadía dentro del marco del Place Making de la CDMX, intervinieron las bancas situadas en av. 20 de Noviembre y el Zócalo Capitalino.
Guanajuato, Guadalajara, Mérida y Pachuca son algunas de las ciudades que el colectivo ha vestido.
Para más información sobre el colectivo y sus actividades visita su Facebook: https://www.facebook.com/colectivolanadesastre/