Las mujeres indígenas toman la tribuna

  • Redacción

En el marco del Día Internacional de la Mujer, la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas (DGCPIU) de la Secretaría de Cultura reconoce las aportaciones de dos mujeres indígenas que, en fechas recientes, han marcado un hito en la historia del país, al pronunciar discursos en lengua materna en la Cámara de Diputados, como parte de la iniciativa “Las lenguas toman la tribuna”.

Magdalena Flores de la Cruz, abogada originaria del municipio de Huautla, en el estado de Hidalgo, abrió la sesión ordinaria en uno de los máximos recintos parlamentarios de México, con un discurso en lengua náhuatl, el pasado 21 de febrero, Día Internacional de la Lengua Materna.

Una semana después, la lingüista y activista de Ayutla Mixe, Oaxaca, Yásnaya Aguilar Gil, se pronunció en lengua ayuujk. Ella abordó el tema de la lengua y su relación con los derechos humanos en México.

Flores de la Cruz es licenciada en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México, intérprete, traductora y docente, hablante de la lengua náhuatl. Ha destacado por su trabajo en el ámbito de la procuración de la justicia, como perito intérprete en lengua náhuatl en tribunales del Estado de México y traductora en el campo jurídico y de salud.

Orgullosa porque en su comunidad se preserva el náhuatl, Magdalena Flores habló de su incursión en la defensa de los derechos indígenas. “La carrera de Derecho no la elegí propiamente yo (ríe), la escogió mi comunidad. Desde pequeña había visto y vivido las necesidades de mis hermanos indígenas de varias lenguas”.

“Yo ya estaba en la universidad cuando les planteé a mis mayores que me gustaría estudiar Derecho. Uno de mis tíos me decía: ‘¿Cómo? Pero si eso nada más lo estudian los hombres’. En cambio, para mis compañeros del bachillerato era un orgullo haber ingresado a la UNAM. De pronto bromeábamos. Les decía que seguía siendo ‘macehual’ (en español quiere decir ‘gente del pueblo’), y ellos me respondían que no, que ya era ‘xinola’, es decir, ‘señorita de ciudad’”.

Agregó que hoy en día le apasiona ejercer una labor que coadyuve para que los derechos indígenas sean respetados. “Eso es lo que me inspiró para ayudar con la palabra, hago la interpretación y conozco las herramientas del Derecho. Como intérpretes somos puentes de comunicación y, a veces, como abogados podemos influir con la cosmovisión del pueblo indígena del que proviene la persona”.

Respecto a los avances en el tema, la abogada aseguró que se han dado pasos agigantados, sin embargo, luego de 500 años apenas en las últimas décadas se están retomando los derechos de los pueblos indígenas. “Nosotros y el Estado en todos sus niveles debemos seguir preparándonos en esta materia. Queremos que las lenguas indígenas sean promovidas, difundidas y enseñadas con orgullo, ya no con un tinte de discriminación”.

Flores de la Cruz también se ha desempeñado como abogada y gestora social en la Jefatura de Unidad Departamental de Atención a Indígenas de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades. Ha sido promotora de lenguas, culturas y derechos de los pueblos indígenas en distintos medios de comunicación, así como invitada a diversos encuentros que versan sobre las lenguas indígenas.

En tanto, Yásnaya Aguilar Gil, especialista en lengua y literaturas hispánicas por la UNAM, ha sobresalido por su labor en proyectos sobre la divulgación de la diversidad lingüística, desarrollo de materiales educativos en lenguas indígenas e iniciativas de documentación y atención en lenguas en riesgo de desaparición.

El trabajo de Aguilar Gil va muy de la mano con su lucha como activista en favor de los derechos del acceso al agua en su comunidad y así lo expresó en el recinto parlamentario:

“No tenemos agua. Hace ya casi dos años, grupos armados nos despojaron del manantial del que hemos tomado agua históricamente y hasta ahora no se ha hecho justicia, aun cuando hemos denunciado y demostrado nuestra razón. Por medio de armas y de balas nos despojaron del manantial, por medio de armas tomaron y callaron la fuente de agua para nosotros. A pesar de que las leyes dicen que el agua es un derecho humano, ya el agua no llega desde hace dos años a nuestras casas y afectan sobre todo a ancianos y niños.

“Es la tierra, el agua, los árboles los que nutren la existencia de nuestras lenguas. Bajo un ataque constante de nuestro territorio, ¿cómo se revitalizará nuestra lengua? Nuestras lenguas no mueren, las matan. El estado mexicano las ha borrado. El pensamiento único, la cultura única, el estado único, con el agua de su nombre, las borra”, expresó la lingüista frente a los legisladores.

Ambos discursos de estas destacadas mujeres mexicanas, quienes desde sus trincheras han contribuido a la construcción de un país más justo para los pueblos indígenas, son resultado de la iniciativa “Las lenguas toman la tribuna”, una colaboración entre la Secretaría de Cultura federal y la Cámara de Diputados, con motivo del Año Internacional de las Lenguas Indígenas y de la campaña “No hay lengua sin pueblos”.

Cada martes el recinto se convertirá en un espacio abierto a los pueblos indígenas a través de la palabra, hecho que confirma la posibilidad de un país más inclusivo, sin discriminación y de reconocimiento a las lenguas indígenas de nuestro país.

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