Pésimo estado de banquetas y calles es un problema que requiere una pronta solución

Huamantla, Tlax.- Sin exagerar, se puede manifestar que gran parte de las calles de la ciudad de Huamantla, se encuentran en pésimas condiciones, como se puede observan en la calle Matamoros, justo en la entrada de conocida tienda comercial, donde la banqueta está tan dañada que representa un riesgo para las personas mayores que circulan por ese lugar.

A menudo se observan baches enormes, las losas de concreto hidráulico levantadas en calles y avenidas, lo que demuestra fielmente la falta de mantenimiento o en algunos casos el incorrecto proceso de construcción.

La carencia de un trabajo serio y adecuado a lo largo de años ha sido determinante para llegar a esta situación en el pueblo mágico. La problemática viene de hace mucho y en las últimas gestiones municipales sólo han ensayado reparaciones provisorias que duran pocas horas y lo único que demuestra es la pérdida de tiempo del personal para esa labor y el gasto del escaso material con el que pudiera contar la comuna.

Uno de los temas que mayor repercusión e indignación provoca entre residentes y turistas en la actualidad es precisamente el del estado del pavimento y del arroyo vehicular, así como de las banquetas de las calles: Matamoros, Negrete y Guerrero.

 

 

 

 

Además, al levantamiento del asfalto por el pico de calor durante la temporada, hay que agregarle los cráteres que a menudo los automovilistas, ciclistas y motociclistas deben esquivar para no romper un neumático o sufrir un accidente en plena circulación.

La realidad muestra que lamentablemente, desde la dirección de obras públicas, poco se ha hecho para detener el deterioro del asfalto más allá de los arreglos que se hicieron en algunas zonas de Huamantla.

Lo cierto y a la vista de cualquier persona está que, más allá de la falta de recursos económicos y logísticos, tampoco se han generado ideas concretas desde la perspectiva de las autoridades municipales, para iniciar un plan de bacheo sensato y que perdure en el tiempo, más allá de las administraciones de gobierno que condujeron los destinos de la comuna.

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