Redacción._ La mayoría de las personas reconocemos al maguey por ser la planta que nos regala la deliciosa bebida de los dioses, pero más allá de eso existen múltiples usos y derivados de ella, además de que nos llenan el ojo al pasar por parajes tlaxcaltecas que son dignos de dar a conocer.
El nombre maguey se le otorgó tras la llegada de los españoles, ya que le encontraban parecido a las plantas de sábila de las Antillas.
Existen 273 especies de agaves, de las cuales 205 se encuentran en México y 151 son endémicas, esto quiere decir que solamente se encuentran en un área específica. Esta planta se encuentra en terrenos principalmente áridos y semiáridas del centro y norte del país, además resiste a las altas y bajas temperaturas, o sea que es una planta guerrera.
Algo que debemos conocer sobre el maguey es que es el nombre coloquial del agave; sí, el mismo con el que se hace tequila y mezcal, pero según la especie es lo que podemos disfrutar de él posteriormente.
Con esta planta se pueden elaborar estropajos, lazos y artesanías de las fibras que se extraen de sus pencas, además éstas son un paso inquebrantable para la preparación de barbacoa y el mixiote, y ni hablar del gusano de maguey, que son las larvas de una mariposa que vive en las pencas para alimentarse; un verdadero manjar.
Además, por supuesto debemos resaltar que de esta planta, los tlachiqueros extraen el aguamiel que se utiliza para producir pulque, pero también sirve para preparar miel, vinagre, atole y levadura, y es ingrediente para algunos platillos.
Desde la época prehispánica ha tenido múltiples usos, pues brinda vestido, comida, bebida y techo, por lo que es una planta con tradición gracias a que todo se puede aprovechar: desde sus pencas, hasta su néctar e incluso sus plagas.
Otro dato curioso es que en 2015 se encontraron en la zona arqueólogica de Zultépec-Tecoaque, en Tlaxcala, los vestigios relacionados con el entierro del dios del pulque, llamado Ometochtli, cuya progenitora era Mayahuel, diosa del maguey.
En Tlaxcala el maguey se puede encontrar en casi todos los municipios, pero la mera mata viene de la región que abarca a Calpulalpan y Nanacamilpa. Entonces como tlaxcaltecas podemos seguir presumiendo a quienes aseguran que nuestra tierra no existe que somos hacedores del agua de las verdes matas, que los dioses del alcohólismo prehispánico.