Capturan y castigan a otro en Acuitlapilco

  • Sergio Espinoza Foto :informativoPC

La noche de este jueves, la violencia volvió a desatarse en la comunidad capitalina de Acuitlapilco, cuando pobladores retuvieron a un segundo sujeto, sospechoso de haber participado en el intento de un asalto a mano armada horas antes, al que maltrataron severamente y obligaron a caminar hasta la Procuraduría para ser entregado.

Fue al rededor de las 9 de la noche que Enrique -N- de unos 25 años fue, ubicado en el inmueble que le sirvió de escondite y en reacción para evitar ser atrapado el individuo, detonó un arma de fuego que tenía en su poder en contra de Rafael -N- al que hirió en el lado izquierdo del torso.

Al tiempo lugareños lograron retenerlo y desarmarlo, para después de atarlo con un lazo comenzar con una fuerte golpiza que duró varios minutos y se frenó momentáneamente cuando quedó semi inconsciente sobre la calle Zaragoza, en el mismo lugar que horas antes se castigó a su probable “socio de fechorías”.

Entonces mientras paramédicos de Cruz Roja atendían y trasladaban el herido de bala, grupos de vecinos que respondieron al llamado de las campanas, se dedicaron a buscar a pie por calles y lotes baldíos aledaños a un tercer sujeto, al que no pudieron localizar y ante la no intervención de la policía municipal iniciaron con agresiones en contra de los representantes de la autoridad y las unidades oficiales.

Pasadas las 11 de la noche, tras negarse a entablar el diálogo con la representación de la Dirección de Gobernación estatal y también acceder a la sugerencia de que el imputado fuera entregado para ser trasladado y puesto a disposición de la autoridad competente, los parroquianos iniciaron con otra serie de maltratos en contra del sospechoso paralelo al aseguramiento del arma.

Al que le fueron arrancadas las ropas y lo obligaron a caminar por la vía carretera con rumbo a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), siendo el sospechoso de asalto objeto de múltiples vejaciones, que incluyeron ofensas, golpes y hasta descargas eléctricas; que lo obligaron a caer y arrastrarse semidesnudo en el asfalto de la carretera.

El viacrusis que era observado por varias decenas de vecinos de Acuitlapilco que eran seguidos por una fila de patrullas ocupadas por granaderos, se desarrolló -cuesta arriba- por todo el camino a la dependencia encargada de impartir justicia, en el que hubo reclamos por el no actuar de los municipales que no permanecieron para resguardar el lugar, donde hubo un supuesto intento de asalto y un primer conato de linchamiento.

Al llegar al frente de la Procuraduría, los pobladores se apostaron a los costados para ver llegar al sospechoso quién tal vez por miedo o alegría de llegar a un lugar donde estaría seguro sonrió y arrancó acalorado reclamos, siendo en este momento que se tocó en varias ocasiones y de forma insistente a la puerta de la dependencia, para exigir justicia y ser atendidos.

Entonces en un caso posiblemente sin precedentes, algunos de los presentes ingresaron junto con el señalado por la puerta de metal para presentar la denuncia y testimonios de lo ocurrido; todos esto mientras que los vecinos los acompañaban se fueron dispersando y retirando en pequeños grupos, dejando en el lugar el dispositivo de seguridad que activo la Comisión Estatal de Seguridad (CES).

Tiempo después, de la puerta por la que ingresaron los denunciantes, asi como el probable responsable de asalto y de haber herido a un ciudadano, salió un grupo de policías de investigación en busca de los ausentes pobladores que ya habían dejado el lugar; los que se quedaron con la intención de dialogar con quienes castigaron en repetidas ocasiones al originario de Texoloc.

Ya entrada la madrugada, a las instalaciones de la PGJE que lucían casi desérticas, arribaron personas en busca de la conyuge del baledo y poco después  una ambulancia de la Cruz Roja para -según trascendió- trasladar al imputado a un nosocmio cercano para que recibiera atención médica por las lesiones que le dejó, el segundo conato de linchamiento ocurrido en la misma localidad que este jueves vivió en día de furia.

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