Editorial

La mayoría de los municipios de la zona oriente del estado celebran sus festividades patronales, motivo por el cual en la mayoría de los casos, los ayuntamientos se coordinan con las autoridades eclesiásticas para llevar a cabo las celebraciones, que sin lugar a duda genera una importante derrama económica. Sin embargo, es necesario que los municipios se preocupen por reforzar la seguridad pública, toda vez que también es una excelente oportunidad para que los hampones y amantes de lo ajeno se aprovechen de la situación para cometer sus fechorías.

En el caso de Huamantla, faltan escasos días para que dé inicio una de las ferias más populares del estado, es obligación de la autoridad en turno pedir el refuerzo de la policía estatal y como incluso ya se mencionó de la Guardia Nacional, ante la llegada masiva de visitantes a la ciudad, sobre todo en los eventos como “La Noche que nadie duerme” o la “Huamantlada”, donde se espera el arribo de miles de personas. Por supuesto es deseo es que las festividades se desarrollen en completa armonía y el municipio destaque por sus tradiciones y no por el desarrollo de riñas como ocurrió el año en el 2018.

Lo sucedido la semana pasada en el Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Estado de Tlaxcala, donde el Congreso del Estado tomó la decisión de destituir a los tres comisionados y citó a los suplentes para tomarles la protesta de Ley correspondiente, para concluir el encargo para el que fueron designados, quizá fue la decisión más congruente de los diputados, toda vez que dejar a uno de ellos implicaría la misma inestabilidad desde que iniciaron las disputas entre los servidores públicos.

En una prolongada sesión que dio inicio a las 4 de la tarde y concluyó casi 12 horas después, los legisladores locales justificaron diversas infracciones cometidas por José David Cabrera Canales, Francisco José Morones Servín y Marlene Alonso Meneses, durante el desarrollo de su encargo, motivos por los que los diputados consideraron era necesario removerlos del cargo.

Esta disputa al parecer de momento apaciguó las aguas, aunque por llamarlo de forma coloquial, los dos bandos destituidos procederán a instancias federales para que se revierta la decisión tomada por los diputados, toda vez que argumentan que el dictamen no fue elaborado por la Comisión Instructora de Juicio Político, además de que no tenía el sustento jurídico necesario para su votación. Pero como haya sido, el problema generado en el Instituto desde el 16 de febrero del año pasado, sólo retrasaba el trabajo cuya misión es garantizar los derechos de acceso a la información pública, la protección de datos personales, así como fortalecer la cultura de la transparencia, la rendición de cuentas, el gobierno abierto y la gestión archivística, de manera que las y los tlaxcaltecas ejerzan efectivamente sus derechos.

Sin embargo, a raíz del conflicto generado desde hace más de un año, no había certeza ni transparencia de lo que ocurría al interior del instituto autónomo y, por lo tanto, mucho menos se podría garantizar el acceso a la información pública y protección de datos personales. De ahí que con esta medida tomada por los legisladores locales, quizá radical, pero sobre todo necesaria. Ahora es importante que los nuevos comisionados, Didier Fabián López Sánchez, Fernando Hernández López y Mónica Cuamatzi Hernández, cumplan con su trabajo y saquen adelante al instituto.

Vaya situación la que se suscitó la mañana de este día, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador debatió con un reportero sobre el papel de los medios y su postura política. Resulta que Arturo Rodríguez reviró al mandatario al decir que “no es papel de los medios portarse bien con alguien”, a lo que el presidente argumentó que los buenos periodistas en la historia de México tomaron partido, “y es que es muy cómodo decir yo soy independiente o el periodismo no tiene por qué tomar partido o aportar a la transformación, entonces sólo es criticar la realidad, pero no transformarla”. “No, es informar, presidente”, le contestó el reportero.

Sin duda, este hecho resulta inusual, pero es un excelente ejercicio a favor de la apertura y nueva relación de un mandatario nacional con los medios de comunicación, toda vez que en otras administraciones era casi imposible tener un diálogo de esa naturaleza con el presidente.

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