- Ariadna Huerta
Huamantla, Tlax.- En Huamantla no solo hace falta el alcoholímetro para inhibir el consumo de alcohol en los automovilistas, también hace falta que se ponga orden en las tienditas que venden inmoderadamente bebidas embriagantes, pero esto no lo ha podido hacer ni el presidente municipal, Jorge Sánchez Jasso, ni la regidora de salud Rosa Hilda Baez León, ni el regidor de seguridad Refugio Flores Trinidad, y mucho menos el área de comercio”, señalaron habitantes entrevistados por El Imparcial de Tlaxcala.
Hasta la redacción de este semanario llegó un grupo de huamantlecos que por razones obvias pidieron reservar sus nombres, quienes manifestaron que la inseguridad que padece el municipio, inicia cuando nadie le pone un límite a los jóvenes, “que con toda la tranquilidad del mundo ocupan las banquetas como cantina”.
“Es vergonzosa la actitud de las autoridades municipales, por un lado anuncian cambios y transformaciones para lograr seguridad y nadie ha podido meter en cintura a quienes se sienten dueños de las calles, beben, se drogan, roban, asaltan y no conformes con ello, agreden a los vecinos en las comunidades de Huamantla”.
Desde pasadas administraciones se anunció la implementación del alcoholímetro para evitar accidentes ocasionados por el abuso en el consumo de alcohol, por lo que habitantes de Huamantla coincidieron que junto con esta problemática, “el consumo de bebidas embriagantes y drogas en la vía pública, es otro grave problema que desde que inicio la administración de Sánchez Jasso no se ha podido solucionar”.
Mediante un recorrido por las comunidades de Huamantla, El Imparcial de Tlaxcala pudo constatar que una de las faltas administrativas más persistentes es el consumo de bebidas embriagantes en la vía pública. En la mayoría de comunidades cercanas al centro de la ciudad como: Emiliano Zapata, San Sebastián, San José, San Antonio y la Preciosa, “jóvenes entre 14 y 25 años son los que más consumen cerveza, alcohol, cigarros, y “lo hacen afuera de las tienditas”, señaló Elizabeth López vecina de San Sebastián.
Refirió que “existen muchos jóvenes que no tienen estudios, empleo, ni oficio, pero si tienen familia e hijos y se les puede observar casi todos los días consumiendo alcohol y drogas, si no tienen ingresos, no entiendo cómo sobreviven, algunos se rumora se dedican a robar”.
Desde que inicio la administración municipal que este año llega a la mitad del mandato, no se ha podido erradicar esta problemática, “a la que han contribuido las autoridades de seguridad, ya que ningún policía es capaz de sancionar severamente a quienes se apoderan de las calles para emborracharse o drogarse”, comentó.
“Son necesarias campañas de información y concientización dirigidas a los jóvenes, en las instituciones de nivel medio superior, pero también en las presidencias de comunidad, marcando cuáles son los efectos y los riesgos del consumo del alcohol para su persona y la comunidad, a través de talleres 100 por ciento prácticos impartidos de manera intensiva”.
Además las autoridades municipales tienen que vigilar e incrementar las sanciones para los establecimientos, ya sea tiendas de conveniencia o centros comerciales, que vendan alcohol a menores de edad.
Aseveraron que la probabilidad de que una persona se vuelva adicta al alcohol o a una droga es mayor cuando empieza a consumirlo a temprana edad, además de que es un factor de riesgo para diferentes tipos de cáncer, afecta las funciones cognitivas y daña la flora intestinal.