LA IGUALDAD QUE NECESITAMOS LAS MUJERES

  • María Eugenia Cruz Vargas

A través de la historia, las mujeres en el mundo han alzado la voz para tener las mismas oportunidades que los hombres, el tema de la IGUALDAD resulta preocupante para muchas personas; este tema no debe causar desconcierto ni algún tipo de sorpresa ¡Hoy hagamos juntas y juntos una reflexión!

Se confunde mucho el tema de IGUALDAD con DERECHO; a lo largo de la vida las mujeres han sido educadas en el mundo del patriarcado en el cual debía hacer lo que su padre decía además de ser objeto de sumisión.

En la actualidad a través del empoderamiento, las mujeres hemos visto esos avances como una oportunidad de vida que nos ha llevado a buscar nuevas formas de obtener los mismos derechos que los hombres; no se trata de que se sientan destituidos de su lugar, ni de quitarles ese espacio que ellos también se han ganado.

No se trata de que ellos sientan temor de ser sustituidos o destituidos en el trabajo, en la casa, ¡eso  jamás pasará! el hecho, es trabajar y caminar en conjunto al mismo paso y nivel, queremos y deseamos que ellos se conviertan en nuestros aliados y que no nos vean como sus rivales o enemigas.

Mucho se ha distorsionado del tema, pero hablemos en serio, la verdad es que los varones se están quejando allá afuera, con expresiones como: ¡Ah querían igualdad pues que se aguanten! No se trata de sustituir o de quién es más inteligente o quién puede hacer mejor una u otra cosa.

Por favor entendamos que la igualdad de género es un principio constitucional que estipula que hombres y mujeres somos iguales ante la ley, lo que significa que todas y todos tenemos los mismos derechos y deberes frente al Estado y la sociedad en su conjunto.

Veamos como han cambiado los roles y como se han perdido esas atenciones; nosotras hemos hecho que algunos caballeros ya no nos abran la puerta del automóvil, no sedan el asiento en cualquier lugar o acomoden una silla para darle el lugar a una mujer; en esta controversia de la igualdad entre hombres y mujeres solo se busca tener las mismas oportunidades que los varones, ni más ni menos.

Falta mucho por hacer, por ello resulta sumamente importante que más allá del discurso se lleven a cabo en la práctica un cambio en la educación de las y los pequeños, una educación en igualdad y sin distinciones.

La transformación está en gran parte de romper esos estereotipos que emanan desde el patriarcado y que aun hoy son muy recurrentes en muchos hogares y familias. La igualdad debe traducirse en oportunidades reales y efectivas para que las mujeres puedan decidir a y elegir si quieren ir a la escuela, acceder a un trabajo, recibir los servicios de salud pública, decidir a formar una familia, gozar de libertades para elegir una pareja, tener o no hijos, participar en asuntos de su comunidad o de carácter político.

Por ello, independientemente del lugar donde vivamos es un derecho fundamental; promover la igualdad de género es esencial en todos los ámbitos para formar una sociedad más justa; la igualdad de género equivale a dejar el estancamiento del progreso social y crear una sociedad más equitativa y con las mismas oportunidades para las mujeres y las niñas.

No lo olvides, “Somos las generaciones que podemos lograr la igualdad entre mujeres y hombres”.

No más desigualdad y discriminación contra las mujeres.

Nos vemos en el próximo artículo.  Mil gracias.

 

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