LA SOLEDAD, EL MIEDO Y EL CONFINAMIENTO…

  • María Eugenia Cruz Vargas

Tan solo escuchar, escribir o ver la palabra “SOLEDAD” implica miedo y temor para mucha gente, pero para otras personas es sólo una palabra más que se traduce en la libertad de su propio espacio; sin embargo a un año del confinamiento por la pandemia provocada por el SARS-COV-2 a muchas y muchos nos cambio la vida; hoy hablaremos de la resistencia ante la SOLEDAD, EL MIEDO MAS EL CONFINAMIENTO que nos ha tocado vivir.

Seamos todas y todos objetivos, la “SOLEDAD” es sólo un momento de encuentro contigo misma(o) porque la realidad y los hechos que descubrimos a nuestro alrededor es que nunca estamos solas(os), un ejemplo simple; cuando caminas por la calle hay gente, vas al mercado y también hay gente, por donde quiera que vayas hay personas, ¡entonces! nunca estás sola ni solo.

Es verdad que las historias reales de las personas no son así de sencillas, muchas y muchos han enfrentando miedo, incertidumbre, crisis psicológica, emocional, económica y en ciertos casos el alejamiento social lo que ha provocado que la “SOLEDAD” se haga aliada y amiga de muchas personas.

Después de un año la gente en general ha tenido la ventaja de disfrutar de esos espacios de los cuales hay que aprovechar y sacar las mejores oportunidades; la situación no está  para lamentarnos y sí para estar preparados para enfrentarlos en nuevos retos y proyectos.

Por otra parte, la convivencia con esos momentos de “SOLEDAD COVERTIDA EN MIEDO” es un buen momento para crear una reingeniería y ocuparte de lo verdaderamente importante como leer, estudiar, cocinar, ejercitarte, realizar un nuevo proyecto y disfrutar al máximo tus tiempos y espacios contigo misma(o), lo que se traduce simplemente en tener un buen autoestima y pensar que cada quién elige el destino que quiere para su futuro.

Tus planes, tu vida y todo lo que anhelas hacer nunca debe de depender de una persona; en este contexto las mujeres es bien cierto que tienen mejor resiliencia que los hombres debido a que ellas se dan su tiempo y sanan; sin embargo los varones no saben como canalizar ese tiempo y espacio para poner un parche a su vida y darse la oportunidad de aprender y disfrutarse así mismos.

En otros casos muy extremos cuando no sabemos manejar esos miedos y el encuentro contigo misma(o) ¿Qué sucede? te anclas y te pescas de lo primero que encuentras, ¡ojo! esas decisiones y hechos que tomas suceden por el miedo a cómo enfrentar tu propia realidad y la falta de madurez de quedarte temporalmente sola o solo.

Mientras tanto, cuando tu autoestima es muy bajo es  probable que se piense hasta en el suicidio, por ello es tan valioso el amor propio, porque de algo sí estamos seguros ¡Nadie llegará a rescatarte! Es por eso tan importante hablar y dejarse ayudar por gente profesional y por gente que te quiera.

En muchas ocasiones las salidas más rápidas y precipitadas no son siempre las de victoria o de éxito;  el éxito de una persona que deja el miedo y no siente soledad es aquella que no espera nada de los demás, es aquella que busca siempre alternativas para hacer algo positivo, aquella que agarra el control de su vida y enfrenta las adversidades y no se sienta a lamentarse.

NO DEJES QUE LA SOLEDAD  Y EL MIEDO se internen en tu espacio, en tu casa, mucho menos en tu MENTE Y EN TU VIDA, desecha los pensamientos negativos y esfuérzate por tener un cuerpo sano para tener una mente sana.

Para concluir; no le tengas miedo a la soledad, que ello no se traduzca a una dependencia emocional en cualquier aspecto, siempre piensa que nunca debemos limitarnos a vivir poniéndonos restricciones, pero sí a tomar decisiones bien pensadas y meditadas.

 

Gracias a todas y todos los lectores de esta columna de opinión. Mil, mil gracias . Nos vemos en el próximo artículo.

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