Las cosas de la ciudad

Figúrese usted que me platicó mi comadre Leonorilda, que ahora que se está preparando el recinto ferial del pueblo mágico, para que los comerciantes se instalen, hay una verdadera disputa por algunos espacios, principalmente por los que ocuparán quienes se dedican a vender bebidas embriagantes, aunque a estos vendedores les gusta que les llamen empresarios.

La verdad es que los costos están por las nubes y se habla de varias decenas de miles de pesos, y eso que no conocemos las cifras de las ganancias, pero dicen saber del tema, aseguran que por eso es la pelea por los espacios. Esta situación no es nada nueva, pues según mi comadre, en administraciones pasadas, algunos refingidores fueron beneficiados con permisos para instalar algunos bares, y la verdad yo no lo creo, si quienes han sido servidores públicos del ayuntatemiento, siempre han sido personas que se distinguen por su labor alejada de cualquier interés.

Bueno el caso es que esta situación también se está replicando en la famosa venta de boletos paras las corridas de toros de la feria, pues resulta que hay algunos personajes maliciosos, que se están llevando buenas comisiones por las entradas, y eso que aún no inicia la fiesta.

La verdad que me disculpen todos aquellos a los que les gusta el automovilismo en el pueblo mágico, pero si tantas ganas tienen de echar arrancones y probar sus autos para las carreras de carcachas, que lo hagan en los lugares apropiados y ya dejen de utilizar las calles del pueblo, para hacer escándalo con el ruido de sus motores, porque se ven mal, y solo parecen nacos en auto nuevo. Para que a la mera hora de la competencia, su mugre auto modificado no funcione o a la primera vuelta se lo lleve la chinada, si es que le entran de verdad a las carreras. Y que esto sea también un llamado de atención para el seriamente comprometido y sus achichincles de seguridad, protección civil y tránsito, para que sancionen a quienes utilizan las calles como pista de entrenamiento. Porque ahora también hasta quienes conducen una motocicleta lo hacen sin las precauciones necesarias y hasta en sentido contrario, pudiendo provocar una desgracia, pero como en este pueblo mágico no hay orden, seguro que mis comentarios no serán escuchados, pero de cualquier modo usted que me lee, levante también la voz para que las autoridades municipales dejen de estar haciendo manteca en sus oficinas.

Me comenta mi comadre Belinda que el seriamente afligido está invitando a todo el mundo a una muestra de hongos, y solo espero que no sean alucinógenos, porque si así nunca tiene el ánimo de lograr el desarrollo del pueblo mágico, imagínese usted que ahora va a empezar a meterse al ramo gastronómico organizando muestras de comida. No cabe duda que estamos muy mal, pues imagínese usted que el seriamente comprometido según fue el mejor promedio de su generación en la Universidad de las Américas, para que en el pueblo mágico el máximo programa de desarrollo sea la entrega de gallinas, guajolotes y conejos, a los ciudadanos, porque según con ello se va a impulsar la economía familiar. Si de eso se trata, creo que mejor debería regresar a estudiar. Porque mientras se hace esto, en Xalpatlahuaya tal parece que en lugar de ciudadanos habitan ahí cavernícolas, pues entre riñas, balaceras y gente alcoholizada, ni una sola de las patrullas que costaron varios millones de pesos apareció para poner el orden. Entonces de qué se trata, nada más pregunto, ¿Dónde está la autoridad?, porque haciendo exhortos y llamados de atención, las cosas no se van a corregir.

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