Los pequeños virreyes del pueblo de los abusos y el desorden

  • Pueblerina Mágica

Fíjese usted que me contó mi comadre Bety, que trabaja en el sistema municipal de desarrollo integral para la familia del pueblo mágico, que la jefa de jefas ha sido quién gobierna y será quién lo haga en los últimos ocho meses que le restan a la actual administración local, y tan es así que me contó mi comadre, que hace un tiempo visualizando los problemas que podría enfrentar, la jefa de jefas ordenó que se contratara como asesor legal a un abogadete que fue el mismo que asesoro legalmente al ixtlapache, el peor presidente municipal que este pueblo mágico haya tenido, y ahora superado por el seriamente enjuiciado. Pues bien, la pareja de pequeños virreyes del pueblo del desorden y de las irregularidades en el manejo de recursos, tenían a este abogado a su servicio, y esto era porque en su momento este abogado del diablo que responde cuando hay buena lana de por medio, salvo en varias ocasiones de ir a la cárcel al rataixtlacuache, ya sabe usted que aunque lo niegue, pero el hijo del notario más rico del estado, hizo y deshizo cuando medio gobernó el pueblo mágico, por lo que este abogado utilizando todo tipo de argucias legales lo salvo, y tan es así, que ahora el rataixtlacuache vive plácidamente en una casa en Polonia, si, en el continente europeo, de ese país es originaria su ahora esposa, la que dudo mucho conozca de verdad a este sujeto ordinario, porque no creo que antes de matrimoniarse le haya contado de las fiestones y bacanales que se aventaba en su casa del barrio de Santa Anita por donde pasaron varias de sus secretarias, y hasta donde llegaban los disque empresarios de la construcción a dejar el respectivo diezmo. Me estoy desviando del tema, pero bueno, el caso es que está abogado fue contratado por la virreyna del pueblo mágico, precisamente para salvarla a ella y al seriamente compungido de cualquier problema legal. Pero ¿qué cree usted?, pues resulta que este señor solo trabajo unos meses y mejor dio las gracias, y todo porque según mi comadre, no aguanto la presión a la que lo sometía la virreyna, que en todo se metía y todo quería saber y todo quería hacer, por lo que el salvador del ixtlapache mejor dijo adiós y no se le volvió a ver por el palacio municipal.
Mi Bety asegura que la pareja de pequeños virreyes del pueblo mágico desde entonces han pasado de abogado tras abogado, para que les preparen todo tipo de argucias legales en caso de que una vez terminada la actual administración, no se les pueda arrinconar para ser castigados por los excesos que han cometido, y es que mi comadre asegura que los problemas por el manejo irregular de recursos son un tema bien delicado. Con decirle a usted que se afirma que si se revisara concienzudamente las áreas de ingresos, egresos, tesorería y obras públicas, saldrían a relucir muchas cochinaditas, pero como hay dos personajes conocidos como Geovanny y bam bam que hacen los trabajitos en estas áreas, pues por ahora todo está cubierto.
Pero eren otro tema, es una vergüenza que quienes son los responsables de la seguridad de más de 100 mil habitantes del pueblo mágico, sean exhibidos para mostrar que mientras forman parte de la policía municipal apenas terminaron la preparatoria. Está muy bien que la gente se prepare a la edad que sea, pero que no se supone que para ingresar a el área de seguridad se necesita tener por lo menos cierto nivel de estudios, ahora resulta que además de que a los policías municipales se les paga un salario de nuestros impuestos tenemos que pagarles su educación básica. Con razón el pueblo mágico es un desorden total, porque los oficiales ni estudian ni trabajan y solo se la pasan asoleándose en las esquinas del centro histórico. Ojalá y la siguiente persona que ocupe el palacio municipal, tenga policías municipales profesionales, con la suficiente preparación, porque si se les va a contratar para que lleguen a conocer o aprender, sería una lástima.
Nada más para que se dé usted una idea de cómo son incompetentes quienes ordenan en el ayuntamiento, ahora resulta que la colocación de lámparas se ha convertido en el pretexto favorito del seriamente arrepentido y de los ineficientes empleados de obras públicas, porque se trata de varios millones de pesos lo que costará la colocación de lámparas en diferentes zonas de la ciudad, que serán instaladas en postes a media banqueta. Lo lamentable es que los ciudadanos no se den cuenta de los negocios que este tipo de supuestas obras representan. Ya ni hablemos del tema arquitectónico ni de la imagen urbana del pueblo mágico, como se nota que a unos meses de que se termine la administración lo que se busca es hacer negocio con lo que se pueda.

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