Qué hacer ante un abuso de autoridad

Es muy común creer que cualquier grito, o ejercicio de la fuerza, o uso de medios amenazantes por parte de un agente de policía, es un abuso de autoridad, pero, a pesar de todo, los oficiales policiacos deben seguir ciertos procedimientos autoritarios y válidos, para cumplir sus funciones.

No podemos esperar, por ejemplo, que un agente de la policía, nos entregue un ramo de flores para pedirnos que detengamos un vehículo si estamos andando a alta velocidad, o bajo el efecto del alcohol.

También, dentro de sus funciones, los agentes nos pueden pedir nuestra documentación de identificación, y no se la podemos negar, aunque nos la pidan con un grito. También pueden solicitarnos una revisión, y efectuarla sin convertirla en un manoseo. Los policías hombres no pueden palpar en una revisión a una ciudadana mujer.

Entonces, teniendo claro que no toda brusquedad, tosquedad, falta de cariño, o como la queramos llamar, de parte de un agente de la policía, es abuso de autoridad, podemos entrar en materia.

Ahora bien, por abuso de autoridad policial, vamos a entender toda acción u omisión de uno o varios agentes de policía, que nos causen un daño que no estamos legalmente obligados a soportar. Existen innumerables situaciones en las que algún agente de la policía ha causado daños a un ciudadano, sin que el ciudadano estuviese en la obligación legal de soportarlo.

A manera de ejemplos teóricos: cuando al proceder a la captura, se propinan lesiones personales al capturado sin ser necesarias. cuando un grupo patea en el piso a un ciudadano; cuando un policía bajo el efecto de drogas o alcohol hurta un vehículo y lo estrella. Cuando un grupo de policías ingresa a una vivienda sin orden judicial y al “esculcar” dañan muebles y enseres. Cuando un policía se enoja con un ciudadano grosero, y lo encierra en una habitación para golpearlo generosamente, y muchísimas más.

Entonces, ¿qué hacer si se ve envuelto usted o un familiar suyo en una situación así? Evite en lo posible ser lesionado, sin lesionar al policía: Arrodíllese, ríndase, levante las manos. Obedezca las órdenes. Esto lo digo porque por mucho dinero que la policía le pague como indemnización por lesiones personales, heridas, o incluso la muerte, estos males nunca desaparecerán; siempre será mejor evitar cualquier pleito. Por esto, tenga en cuenta que la función policial genera un estrés muy grande en nuestros apreciados agentes, y ellos, por bien entrenados que estén sufren las consecuencias de la imperfección humana. Por lo tanto, en leguaje sencillo, no les saque la piedra. El que nada debe, nada teme. Manténgase calmado y cumpla sus órdenes.

Si a pesar de lo anterior, habiendo usted cumplido las órdenes del agente, este de alguna manera se descontrola, y lo golpea, lo hiere, o de cualquier manera le causa un daño, trate de documentar de manera urgente toda la situación: Pida a los presentes que graben. Pida auxilio. Tome fotos. y denuncie, acuda a un hospital para tratamiento de sus heridas, y luego a medicina legal para valoración de sus heridas. En el hospital cuente todo lo que pasó, que quede en su historia clínica.

 

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