Quienes están felices son los delincuentes y los políticos corruptos

  • ManuelRojas

El compromiso que estableció el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador durante su primer informe de gobierno, que se refiere a la pacificación del país, suena a que estamos viviendo prácticamente una guerra. Y aunque no lo reconoció ampliamente, a pesar de que afirmó que en este tema los resultados no han sido buenos, es difícil creerle al mandatario. Porque efectivamente sin justicia no hay paz, y en México, no hay paz desde hace muchos años.

La violencia en México según mi percepción, no sólo se debe a que prácticamente se le declaró la guerra a la delincuencia durante el sexenio del panista Felipe Calderón, creo que todo se origina por la impunidad a la que nos hemos acostumbrado cada que se comete un delito que no es castigado. Por eso mientras el Presidente de México reafirma que ni el ejército ni la Marina se utilizarán contra el pueblo, creo que efectivamente no deben usarse contra él, pero sí se deben utilizar contra los delincuentes que cada vez más rebasan a la policía y a las fuerzas armadas, y la muestra es que estos grupos siempre están más y mejor armados que la ahora llamada Guardia Nacional.

Con toda la tecnología de la actualidad, no es posible que delincuentes plenamente identificados no puedan ser puestos tras las rejas, para demostrarles que el brazo de la justicia los alcanza y castiga con el rigor suficiente para que nadie quiera replicar su conducta delictiva. A pesar de esto no dudo que en nuestro país y después de casi un año de gobierno, sí haya personas felices como dice Andrés Manuel López Obrador, pero seguramente esos que están felices han de ser los delincuentes, que no son atrapados ni castigados, o han de estar muy felices los políticos que a pesar de la austeridad siguen mamándose los recursos públicos, como en el caso de la mayoría de los diputados del Congreso de Tlaxcala, que con un pésimo trabajo legislativo siguen ganando grandes sumas de dinero.

Mientras quienes votaron por la cuarta transformación no están nada contentos y mucho menos felices, porque por donde se le quiera ver, para que haya un cambio de régimen no bastan las conferencias matutinas, lo que se necesita es resultados y sobre todo en seguridad.

Por lo que pacificar a un México que se desangra todos los días en Michoacán, Guerrero, Coatzacoalcos, Tamaulipas, Estado de México, Cuernavaca, y demás Estados de la República Mexicana, no es una tarea difícil, es una tarea prácticamente imposible, que de lograrlo AMLO, entonces sí la mayoría del pueblo de México si estaría feliz.

La frase que más llamó la atención durante el primer informe de gobierno de AMLO, fue cuando dijo que aquellos que se oponen a la cuarta transformación están moralmente derrotados. Y aunque a muchos les pareció una ofensa, la verdad es que el Presidente dijo la verdad, porque no hay en este momento y dudo mucho que lo haya en los próximos años, una figura política que le pueda dar alcance al líder de Morena, aunque levanten la mano el senador, Ricardo Monreal, o el incipiente líder priista, Alejandro Moreno Cárdenas y mucho menos del lado de la oposición, porque prácticamente se han extinguido el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática, amén de los demás institutos político que no sobrevivirán por mucho tiempo.

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