- María Eugenia Cruz Vargas
En este artículo abordaremos un tema en el que seguramente muchas mujeres y hombres se identificarán.
Durante esta pandemia el trabajo doméstico se incrementó en los hogares debido a que los integrantes de la familia se quedaron en casa, por tanto la carga de las tareas domésticas crecieron y se convirtieron al inicio en un caos.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), aseguran que si el trabajo doméstico fuese
remunerado, las mujeres ganarían más de 62 mil pesos al año, imaginen ustedes cuánto ya hubiesen percibido en
estos nueve meses que llevamos guardados en casa.
Durante el confinamiento obligado por el COVID-19, cientos de mujeres y hombres al quedarse en sus hogares provocó que las tareas se incrementaran; hagamos un paréntesis y seamos sinceros, la mayor parte de las labores domésticas y de cuidados son realizadas por mujeres; si bien esta actividad en tiempos normales era realizada por personal de apoyo doméstico a quienes también les afectó gravemente debido a que se fueron a casa por miedo al contagio del virus o porque fueron despedidas.
Hoy reflexionaremos sobre las tareas que se realizan en casa; las labores domésticas deben ser un trabajo compartido en el cual el padre y la madre deben educar desde pequeños a sus hijas e hijos en un ambiente de igualdad.
En la actualidad y con el paso de los años las tareas domésticas dejaron de ser una responsabilidad exclusiva de
las mujeres, por ello es importante reconocer que existen pocos hombres que fueron educados fuera del entorno
machista y que en esta época apoyan con esta complicada y cansada tarea, sobre todo si la pareja tiene un empleo que no les permite estar en casa.
Durante estos meses de confinamiento muchas mujeres han compartido su agotamiento por la doble o triple
responsabilidad que tienen en su hogar durante esta pandemia, pues nos vimos obligados a modificar nuevas
medidas y protocolos de limpieza, las cuales por cierto ahora se realizan con mayor frecuencia.
Hoy en día debemos enseñar a nuestras hijas e hijos que las tareas en el hogar son una actividad compartida, misma que no demerita en nada a los varones si se involucran en el apoyo de cambio de pañales, lavar trastos, apoyar a las niñas y niños en las tareas escolares, así como bañarlos mientras en tanto la mamá cocina y realiza la limpieza de la casa.
En México aún nos falta mucho para que estas tareas sean equilibradas y sobre todo para romper con esa desigualdad de género; formar un país en el cual las mujeres dejen de dedicar más de 6 horas al día a esas actividades.
En esta pandemia las mujeres sufrieron más estrés y presentaron problemas de sueño, pues al quedarse en casa
les provocó mayores preocupaciones y dobles jornadas de trabajo doméstico, por ello, ante estas circunstancias es
importante que se establezcan responsabilidades y límites en la familia, así la carga de estas tareas será menor para las mujeres y además educarán a sus hijas e hijos en un entorno de igualdad.
Nos vemos en el próximo artículo. ¡FELIZ NAVIDAD!