Ariadna Huerta.- Pésima atención la que dan los servidores públicos de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Huamantla (CAPAMH), que dirige, Miguel Ángel Meneses, quien según las
propias declaraciones del presidente municipal de Huamantla, Jorge Sánchez Jasso, es pareja de una de sus hijas.
Pues con actitud prepotente y hasta con palabras altisonantes se dirigen a quienes piden ayuda para que optimizar el servicio que debe brindar la CAPAMH, asi lo dio a conocer una ciudadana a través de un oficio dirigido al Jefe del Gobierno local.
En el documento se refiere que a un domicilio ubicado en la calle Abasolo, llegó personal de la CAPAMH argumentado que iban a cortar el servicio, sin dar más explicaciones del porqué iban a realizar tal cosa.
Según la Madre de familia afectada, los servidores públicos se presentaron con actitud altanera y en estado de ebriedad, dirigidos por quien fue identificado como el jefe de la cuadrilla, Diego Hernández.
Y a pesar de que estos empleados cobran un salario gracias a los pagos que hacen los usuarios del servicio de agua potable, y deben tratar con respeto a los demás, sin mediar nada rompieron la banqueta dañando la entrada del domicilio y la imagen urbana del lugar.
Pero su actitud de prepotencia quedó evidenciada aún más, cuando al reclamarles su conducta, burlonamente dijeron que no les importaba si la ama de casa se quejaba incluso con el mimo Presidente Municipal.
La afectada señaló que en esta zona de la ciudad de Huamantla, cerca del centro histórico, desde hace cinco años el servicio es deficiente porque sólo hay agua durante la madrugada, situación que se le ha informado al personal de la CAPAMH en muchas ocasiones.
Pero ahora que acudieron a supervisar la calidad del servicio, lo hicieron de mala gana, con prepotencia, altanería y dirigiéndose de forma misógina, con la Madre de familia que vive en este lugar.
La afectada confió que incluso se le exigió un pago de más de cinco mil pesos para resolver la falta de suministro del vital líquido, lo que consideró es un abuzo, ya que si desde hace mucho tiempo no hay un servicio eficaz, no es posible que se exigir un pago sin que haya una conciliación.
