Fíjese usted que este fin de semana me acompañó mi comadre Adela, que estuvo de visita desde la ciudad de Cadereyta. Ella sin conocer nada del pueblo mágico, después de dar un recorrido, me comentó que le parecía muy curioso que los policías municipales que se ubican en diferentes esquinas, se la pasaran muy pendientes del teléfono celular en lugar de hacer su trabajo. Y es que estuvimos en el parque Juárez, en la plazuela de Jesús, del Dulce Nombre, de Santa Cruz, y en todos esos lugares pudimos apreciar que los guardianes del orden están más pendientes del teléfono móvil que de lo que sucede a su alrededor.
Según mi comadre esto les ocasiona a los elementos de seguridad una sonsera temprana, porque ni hacen su trabajado ni atienden a los ciudadanos. Esta práctica no es nueva ante el boom de la tecnología, sin embargo “los tecolotes” como eran conocidos los guardianes del orden, ahora son adornos con uniforme que disque representan la seguridad. Seguridad que ante los robos, asaltos y agresiones que constantemente suceden en el pueblo mágico, no les da ni tantita vergüenza que los ciudadanos se den cuenta de que no haya resultados. Queda demostrado que solo cobran sin hacer su chamba. Es una lástima que el señor de los trecientos mil compromisos no haya podido resolver este tipo de situaciones.
Y ante el final del año ya se organizan varios bailes sonideros en algunas comunidades, y a pesar de que el señor de los compromisos jura y perjura que no hay permisos para este tipo de eventos, los ciudadanos simplemente no respetan la disposición y los presidentes de comunidad se lavan las manos, aunque por mucho que lo hagan tienen las manos y la cara bien sucia, pues en casi 24 meses no han hecho absolutamente nada en beneficio de los pueblos que forman el municipio mágico, son el colmo del cinismo.
Fíjese que me comentó mi comadre Alegunda que al hijo de mi difunta comadrita “gurrumina”, le dieron sus cachetadas por imprudente y es que este sujeto que según me dijo, denigra el oficio de los reporteros, imprudentemente intentó fotografiar a una persona que desafortunadamente perdió la vida en una zona del pueblo mágico, por lo que familiares reaccionaron de forma belicosa y pues se lo tundieron. Todo por no tener sensatez. Pero qué se puede esperar si este sujeto está a las órdenes del remedo de diputado que nada más tiene unas cuantas demandas en su haber por fraude y falsificación de documentos. “Dios los hace y los pérfidos se encuentran”.
También les cuento que resulta que algunos artesanos ya no saben qué hacer con la mojiganga veloz, pues dicen que en lugar de darle el apoyo que necesitan, anda muy ocupada apoyando a los artesanos de Ixtenco promocionando sus pepenadas artesanías. Lo mismo comentan de su subalterna, la que por cierto continúa como presidenta del Partido de la Revolución Democrática en el pueblo mágico, partido que no tarda en pelarse del cero. Por otro lado le comento que también siguen los robos en los barrios de este pueblo mágico, principalmente suceden en las casas de mis comadres, porque ahora resulta que los delincuentes se llevan principalmente tanques para almacenar gas LP, tanques comúnmente de 30 y 20 kilos. Durante la madrugada entran a los domicilios, se brincan las bardas, cortan las mangueras y se los llevan. Y del robo de vehículos ya ni hablamos porque tan solo el pasado fin de semana se robaron cuatro vehículos. ¿En qué va parar todo esto?, porque definitivamente cada día las cosas siguen empeorando en el pueblo mágico, al cumplirse casi dos años de la llegada del señor de los setecientos mil compromisos.
