EDITORIAL

Este fin de semana visitó Tlaxcala la Presidenta del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI, Claudia Ruiz Massieu, para arrancar a nivel nacional el programa #VoyalPRI y las brigadas sociales, con lo cual se ofrecerán servicios como asesoría legal, atención médica, bolsa de trabajo, capacitación, actividades recreativas, artísticas y culturales. “Todo pensando en la militancia y el beneficio de sus familias”.

Vaya que sí sorprenden estas acciones del partido que ahora es oposición y resulta que “busca reencontrarse primero con su militancia, devolver un poco de lo mucho que le han aportado al partido en más de 90 años de existencia”.

No cabe duda que haber perdido de manera desastrosa en los pasados comicios los volvió bondadosos y los hicieron voltear a la militancia que por años tuvieron olvidada y ahora el PRI está destinado a renovarse, cambiar y ser mejor para atender a la militancia y a la ciudadanía. ¿Será?

Quizá esta reunión fue para probar la fuerza y arraigo al interior del partido tricolor; sin embargo en el balance real salieron reprobados, ya que no se registró una convocatoria como se esperaba, pocos fueron los simpatizantes que llegaron a la reunión, pero sobre todo destacó que el gobernador del estado, Marco Mena, quien se supone es el primer priísta del estado no estuvo presente y no solo eso, sino que días antes dejó ver su obediencia y simpatía con el presidente López Obrador al visitar el estado hace una semana.

 

 

Es difícil que el PRI en el estado logre reivindicarse, por lo menos no en los próximos años, cada vez poco a poco algunas piezas importantes se van desmarcando del instituto político, sin representación real en el Congreso del Estado, con una diputada que no puede hacer mucho o realmente nada ni por su partido ni por el gobierno en el poder estatal.

La columna de Ricardo Raphael publicada en “El Universal” dio a conocer un hecho que contradice a AMLO y que por supuesto preocupa, ya que de acuerdo con el texto, se deja entrever que para que AMLO llegara a la Presidencia hubo un acuerdo con su antecesor Enrique Peña Nieto, a cambio de ciertos privilegios que de forma muy acertada y congruente señala.

Por ejemplo refiere que Peña Nieto es el único mandatario a quien no se le retiró la pensión y no solo eso, sino que además goza de ciertos privilegios que le permiten una vida llena de excesos y lujos en uno de los fraccionamientos más exclusivos de Madrid España; en donde además consiguió que también se mudara su médico personal, el general de división Roberto Miranda Moreno quien fuera el jefe del Estado Mayor durante su mandato, así como el antiguo director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, Eugenio Imaz Gispert; pero esto no acaba ahí, ya que estos funcionarios a excepción del médico, ocupan cargos en el nuevo gobierno federal a través de la embajada de México en España, con sueldos muy generosos a cargo del erario federal.

Por supuesto, de ser ciertas estas apreciaciones, sería un verdadero fiasco para el actual gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador, ya que representarían verdades ocultas y más tarde que nunca vendría el desencanto de una ciudadanía harta de este tipo de prácticas, que precisamente castigó a un partido que por años se había burlado del pueblo y abusó hasta el cansancio de la ciudadanía, así que si los morenistas no desean que se repita la historia, deben aprender y no repetir los errores de otros institutos políticos, que ahora regresan a la raíz y tratan de enmendar de forma tardía lo torcido de sus actos.

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