La Virgen de la Caridad estrena ropajes para romería

  • Manuel Rojas

Huamantla, Tlax.- El sacerdote Raymundo Muñoz Paredes, Párroco de la Basílica de Nuestra Señora de la Caridad, este día llevará a cabo el acto ceremonial de la Bendición del Ajuar de la Virgen de la Caridad, patrona de los huamantlecos, acompañado de las integrantes de la cofradía que se ha formado en la Casa Museo Carito Hernández.

La imagen mide alrededor de 80 centímetros y es una escultura tallada en madera, a la que se le coloca un vestido que mide 70 centímetros, ropa interior totalmente nueva, así como un manto de 3.5 metros, además de una cabellera donada por algunas niñas que se dejan crecer el cabello con tiempo de anticipación. Incluso hay gente que también dona perfumes.

En esta ocasión las señoras Elvira Hernández Torres y Laura Hernández Torres, herederas de una tradición que comenzó en el siglo XIX, informaron que el ropaje de la Virgen de la Caridad está elaborado en telas especiales, seda de la India y se borda con canutillo de oro.

En esta edición de la Noche que Nadie Duerme, el diseño del vestido de la Virgen de la Caridad, tiene una imagen que se refiere a la conmemoración de los 500 años de la evangelización en Tlaxcala.

Un dato importante es que tan solo el kilo de canutillo que se utiliza, cuesta alrededor de 45 mil pesos, y para la elaboración del ropaje se necesita más o menos un kilo 200 gramos.

Para la elaboración de los ropajes de la Virgen, se utilizan alrededor de dos metros de seda fina o raso para el vestido y 14 metros de tela para el manto y 2.5 kilogramos de oro, muchos, muchos metros de hilos de diferentes medidas y agujas. Además se utiliza algodón y lino para confeccionar la ropa interior de la venerada imagen.

Para realizar este trabajo, existe un grupo de más de 70 mujeres, que bordan con canutillo de oro, sobre telas muy finas, durante cerca de cinco meses, desde que se inicia el diseño hasta la última puntada, se trata de un proceso en el que intervienen desde pintores, diseñadores y las manos de las llamadas bordadoras.

Esta tradición fue iniciada según las bordadoras, desde 1878, cuando la señora María de Jesús Farfán, confeccionaron el vestido a la Virgen de la Caridad. Trabajo que después continuaron sus hijas Carmen y María de la Luz Hernández Farfán hasta 1895.

En los siguientes años, la elaboración de estas prendas no se realizó. Y es hasta 1963 que, la señorita Carolina Hernández Castillo llamada cariñosamente “Carito”, fallecida en diciembre del 2015, retoma la elaboración de la ropa de la Virgen por más de 50 años, hasta el día de su muerte.

En esta ocasión la ceremonia de cambio de vestido será realizada este martes 13 de agosto, con una celebración eucarística. Antes, la imagen será llevada por el párroco en una efímera procesión por el atrio de la Basílica antes de ser colocada nuevamente en su altar, para solo esperar el 14 de agosto con la “Noche que Nadie Duerme”, en donde la sagrada imagen hace su recorrido por las calles de esta ciudad.

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