El presidente Andrés Manuel López Obrador reveló que verdaderamente le enoja como presidente es la corrupción. “Me enoja mucho la corrupción, eso es lo que más me enoja, nada más que no se lo digan a nadie, esto que quede aquí entre nosotros”.
El presidente de México fue cuestionado sobre las personas que, presumiendo una relación cercana con él, tratan de hacer negocios en los estados, a lo que López Obrador contestó que no va a permitir la corrupción, la impunidad, el influyentismo, el amiguismo o el nepotismo, “ninguna de esas lacras de la política”.
Si la corrupción es lo que más le molesta a AMLO, que revise como es que los virtuales ganadores de la elección en Puebla y Baja California, del partido político Morena, Miguel Barbosa y Jaime Bonilla, tienen un gran número de propiedades. Miguel Barbosa reportó en una declaración patrimonial, publicada por la plataforma 3de3 del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), que cuenta con cuatro casas, cuyo valor conjunto es de 11 millones 971 mil 450 pesos.
Dos de estas casas se ubican en la Ciudad de México, una la tiene en Coyoacán y otra en la alcaldía Cuauhtémoc. La primera, comprada a crédito en 2013 y que es totalmente suya, tiene un valor de 10 millones de pesos. La de Cuauhtémoc, cuya propiedad es conjunta con su esposa, tiene un valor de 1.3 millones de pesos y fue adquirida de contado en 2015.
Tiene otras dos casas en Tehuacán, Puebla, que valora en 608 mil 700 pesos en propiedad junto con su esposa, así como un edificio que recibió como donación y que, según Barbosa, tiene un valor de 46 mil pesos.
El virtual ganador de la elección poblana cuenta con tres vehículos. Uno de la marca Mercedez Benz, cuyo valor es de 789 mil 900 pesos y fue comprado en 2013, en ese mismo año, reportó la compra de un Toyota con valor de 939 mil pesos. Tiene también una camioneta Chevrolet que compró en 2015 y le costó 846 mil pesos. Y reporta menaje de casa por 450 mil pesos y cinco instrumentos de inversión.
El virtual ganador de Morena en Baja California presentó su declaración patrimonial de conclusión ante la Secretaría de la Función Pública luego de participar como delegado federal en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Cuenta con tres casas, cuyo valor estipula en 11 millones 406 mil 676 pesos. Bonilla; sin embargo, no da detalles sobre dónde están ubicadas sus propiedades. También tiene un departamento valorado en 10 millones 800 mil pesos de 300 metros cuadrados de construcción y que se ha comprado a crédito apenas en 2018. El morenista tiene dos camionetas Suburban, cuyo costo de ambas asciende a 1 millón 864 mil 300 pesos.
Detalla que cuenta con equipo deportivo valorado en 1 millón 500 mil pesos. El mobiliario que tiene en sus casas tiene un valor de 1.6 millones de pesos y además tiene óleos y esculturas cuyo precio valúa en 3 millones 500 mil pesos. Reporta tener tres cuentas bancarias con un saldo de 463 mil 119 pesos y adeudos por más de 900 mil pesos.
Otra muestra de posible corrupción es el escándalo en el que se vio envuelto el diputado local Pedro Carrizales, apodado “el mijis”. Un video evidencia como el diputado es confrontado por elementos de la policía de Aguascalientes, después de que presuntamente fuera parte de una riña en esa entidad. En la grabación se puede escuchar a la mujer que graba al legislador mientras lo cuestiona sobre por qué va a la entidad a hacer “desmadre”.
“Que se vaya a la chingada, allá a su ranchito donde vive, pinche hijo de la jodida”, dijo la ciudadana. Posteriormente, las autoridades descubren que uno de los acompañantes del diputado trae un arma y le preguntan si saben que no deben andar armados.
Otra grabación muestra al diputado local enfrentando a un ciudadano que lo grababa. El Mijis le reclama y lo acusa de estar vigilándolo. Finalmente, la Secretaría de Seguridad Pública del municipio informó, de acuerdo con Reforma, que se detuvo a Carrizales y otras 9 personas; sin embargo, el mijis, salió libre al contar con fuero por ser diputado de San Luis Potosí.
Pero quien se opone a todas luces contra el presidente Andrés Manuel López Obrador, es el premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, quien dijo que el mandatario cree que esta por encima de las leyes y las normas democráticas.
Vargas Llosa publicó este 31 de mayo en el periódico El País, una opinión titulada El populismo mexicano; en el texto hizo referencia a un encuentro de intelectuales y periodistas realizado en la Universidad de Guadalajara, y en el que se habló sobre la política mexicana desde que López Obrador asumió la presidencia de México.
“Es verdad que su enorme popularidad lo defiende contra todas las críticas, pero esto parece haber agudizado en el personaje lo que estos intelectuales advierten en él: la presencia del caudillo tradicional latinoamericano, voluntarista y despótico que, precisamente porque es muy popular, se cree por encima de las leyes y las normas democráticas”, subrayó Vargas Llosa.
El pueblo embelesado por los desplantes del presidente López Obrador comprenderá, ojalá sea más pronto que tarde, que la era de los caudillos debe quedar atrás y para siempre en América Latina. El escritor peruano aseguró que el pasado de López Obrador y sus campañas políticas “delatan a un dirigente impregnado de populismo que no se ha cuidado de disimular desde que está en el poder”.
“Cada mañana, durante dos horas seguidas, ofrece una conferencia de prensa en la que los periodistas presentes suelen ser más obsecuentes que independientes. Sus decisiones suele tomarlas de improviso, prescindiendo de los marcos legales, luego, sus funcionarios se las arreglan, no sin dificultad, para darles cobertura legal. Y todas sus iniciativas parecen guiadas por un instinto o pálpito del momento, más que de acuerdo a un programa, pese a que lo tuvo en su campaña y parece haberse olvidado de él”, escribió Vargas Llosa.
El premio Nobel de Literatura aseguró que los empresarios dueños de los medios de comunicación reciben llamadas de AMLO o de un intermediario en las que se les aconseja llevar la vida en paz.
“De este modo, los medios amenazados moderan sus críticas, o corren el riesgo de quebrar. Así se instala la censura ahora en los países democráticos: asfixiando económicamente a la prensa”.