- Marco Antonio Díaz
Con el gusto en saludarlos estimados lectores, hoy hablaremos de un tema que está en la agenda política nacional y que está generando muchos señalamientos contra del Presidente de México, en una clara intromisión a la división de poderes que señala con claridad la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Explico: hace unos días fuimos testigos de que el ejecutivo envió a la Cámara de Diputados dicha iniciativa, con una clara orden contundente: “…No se debe cambiar ni una coma de la iniciativa preferente para otorgar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), atribuciones de producción y distribución de energía eléctrica”, orden dada a la mayoría en el Congreso o sea a los Diputados Federales de Morena y aliados, era claro el mensaje, “aprobarse sin cambiarle nada”, y obviamente a los diputados y senadores nada les costó agilizarla y aprobarla en forma contundente sin cambiar ni una coma, ni una palabra, ni un acento, nada, así de claro fue, es decir el Presidente de México Andrés Manuel López Obrador, tal cual dictador, “ordenó a sus discípulos, a sus empleados, a sus vasallos”, y cumplieron con la instrucción dada, de no cambiar ‘ni una coma’ a la iniciativa, y precisamente cuando vemos esas acciones nos ponemos a pensar sabrá el Presidente que en México hay división de poderes y que el fundamento lo puede encontrar claramente en el Título Tercero Capítulo I De la División de Poderes, que señala en su Artículo 49 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, “El Supremo Poder de la Federación se divide para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial”.
Sigue diciendo: “No podrán reunirse dos o más de estos Poderes en una sola persona o corporación, ni depositarse el Legislativo en un individuo, salvo el caso de facultades extraordinarias al Ejecutivo de la Unión, conforme a lo dispuesto en el artículo 29. En ningún otro caso, salvo lo dispuesto en el segundo párrafo del artículo 131, se otorgarán facultades extraordinarias para legislar”.
En dicha disposición Constitucional, es importante decirle a usted estimado lector, que se divide para su estudio en lo siguiente:
a). El principio de división de poderes; b). Prohibición de que dos o más poderes se reúnan en una sola persona y c). Excepciones al principio de división de poderes; sin embargo al ordenar la inmediata aprobación de la iniciativa citada, en los términos indicados, pasa por alto lo señalado en la ley Suprema de este país, al dar la orden, así en el Congreso de la Unión y los resultados de esa iniciativa aprobada, al ser impugnadas por ciudadanos y personas morales, son nuevamente objeto de molestia del Presidente de México y amenaza, con mandar otra iniciativa, para cambiar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por la simple y sencilla razón de que el ahora el otro Poder, el Judicial, no está de acuerdo con sus iniciativas al vapor y al conceder suspensiones definitivas, presenta quejas ante el Consejo de la Judicatura Federal, contra el Juez o Jueces Federales, que no le rinden tributo, acusándolos de beneficiar a unos cuantos, es decir no respeta la división de poderes, todo el tiempo se la pasa quejándose del pasado, pero no hace nada por este país, que cada día se está hundiendo por las malas decisiones que toma con hígado, con rencores del pasado, vemos a un presidente autoritario, burlón, retador, él quiere que todos los mexicanos, le rindan tributo, que le expresen que todo lo que hace, lo que señala, está bien, que “tiene siempre otros datos”, es decir toda iniciativa que presente el ejecutivo, si alguien la impugna, presentará cuantas iniciativas sean necesarias para que de todos modos se haga lo que su santa voluntad señale, muy mal, que sea autoritario, que respete la división de poderes, que respete a quien represente al Poder Judicial y al poder Legislativo.
El Doctor en Derecho Ignacio Burgoa Orihuela, considerado como el padre del Juicio de Amparo en México, señala “Que el poder público del Estado, es único e indivisible, que el principio de división de poderes, implica la distribución de las tres funciones de imperio entre los diversos órganos del Estado, sin que su ejercicio, pueda reunirse o concentrarse en un solo órgano estatal; más claro ni el agua, pero al Presidente de México, no le importa el contenido de la ley Suprema en el País y pretende hacer lo que él quiere, al margen de la ley, hace unos días escuché con atención una intervención que hizo en Tlaxcala el diputado federal Fernández Noroña, que fue exhibido, denunciado y sancionado, por ofender a la Diputada Federal Tlaxcalteca, Adriana Dávila, decir en un mitin, palabras más palabras menos, “por eso hay mayoría en el congreso para apoyar en las decisiones al compañero presidente, o porque creen que ganaron, que faciliten las cosas…”; en clara alusión, al que él llama “compañero presidente”, o sea López Obrador, pueda decidir el rumbo del país sin ser cuestionado, no, debe respetar en todo momento la división de poderes, y si alguna iniciativa pisa, trasgrede derechos humanos, existen medios de defensa como el Juicio de Amparo para acudir y solicitar el Amparo y Protección de la Justicia Federal solicitada contra el arbitrio de la Autoridad, como se da en el presente caso, una autoridad con todo el poder es muy malo, siempre debe existir oposición para que haya equilibrio en la toma de decisiones. Estimado lector usted tiene la última palabra, pero decisiones autoritarias no quiere este país.
Nos leemos en la próxima.